Cada uno ha pasado el confinamiento como mejor ha podido. Estos días, más que nunca, hemos retomado aficiones que por los devenires de la vida habíamos dejado abandonados. Es es el caso de Cándido, un vecino de Quel que, a sus 86 años, ha pasado el tiempo de cuarentena haciendo lo que más le gusta: dibujar.
Nacido en el municipio de Almansa, Albacete, se vino a La Rioja por amor. Conoció a su mujer, ya fallecida, a los 28 años y no se lo pensó dos veces. Cándido ha sido siempre un hombre de calle. “Me gusta mucho salir a pasear con los amigos; todos los jueves quedamos cinco o seis y comemos juntos; y por las tarde voy al Hogar del Jubilado a leer la prensa”, así lo ha contado a Radio Rioja Cadena SER.
Una rutina a la que ha tenido que añadir varias visitas a la Fundación Hospital de Calahorra a causa de una anemia, y ahí, gracias a su simpatía, ha hecho mucha amistad con varias enfermeras. Y para agradecerles su trabajo y buen hacer, ¿qué mejor que regalarles lo que mejor sabe hacer? “Les he dado a las enfermeras y a la doctora varios dibujos. A la doctora para su hijo, y las enfermeras los han puesto en el control en el que trabajan en el hospital”.
Días duros para Cándido, que ha pasado solo esta crisis reconociendo que “nunca había vivido una cosa así, ha sido horrible. Solo espero que la economía resurja y no muera más gente, y que yo pueda recuperarme para seguir dibujando”.
