“Las desgracias nunca vienen solas”. Con esta frase resume el alcalde de Casalarreina, Félix Caperos, lo ocurrido este sábado en La Rioja Alta. Ya no sólo sufrimos la pandemia del COVID-19. Tormenta, lluvia y granizo a espuertas para dañar los viñedos en multitud de localidades. Como es ‘tradición’ en estas situaciones, la alegría y la pena va por barrios. Incluso dentro de los mismos municipios hay viñas afectadas y otras que han librado.
Tras las fuertes tormentas, el domingo ha sido el día de acudir al campo para hacer evaluación de daños. Tocará esperar para ver el alcance total, pero la peor parte se la ha llevado la zona de Zarratón, Casalarreina, Briñas y Castañares. No se han librado en Cihuri, Anguciana, Haro, Cuzcurrita, Sajazarra… aunque en principio ha pegado bastante menos. Briones y Ollauri han tenido suerte.
“Granizo brutal esta noche en Casalarreina que destroza la vida de nuestros agricultores”, añade Caperos, quien apunta que hay viñas “arrasadas”. Sus fotos dan buena muestra de ello.
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