Crisis del Coronavirus

El vino joven triunfa en el confinamiento: “Ahora vuelan las cajas”

Asociamos el vino con los buenos momentos: celebraciones, reuniones con amigos… En tiempos difíciles, en tiempos de coronavirus, nos estamos dando cuenta de que el vino también es necesario. La moda de tomarse uno con tu cuadrilla de manera online o servirse una ‘copita’ después de todo el día en casa, con el trabajo, los niños, los quebraderos de cabeza… también es otra opción.

No es que sea un artículo de primera necesidad, “pero para la gente ya es un producto necesario en su rutina diaria”, comenta Antonio León, propietario de la Vinoteca Larría. No cabe duda de que las ventas han bajado, “en mi caso, un cincuenta por ciento por lo menos, pero se sigue consumiendo”.

León confiesa, sin embargo, que se han disparado las ventas de vino joven, tanto tinto como blanco. “Los jóvenes de Muñarrate, Eguren o Luberri son los más demandados”. El propietario de la vinoteca reconoce que son momentos difíciles para todos, y la gente “está como está: en medio de un ERTE, en paro, con reducción de jornada, en definitiva, temiendo por su economía, y eso se nota, ya que no están para grandes lujos”.

Este tipo de negocios suele contar con una clientela fija, pero con el cierre de bares y restaurantes, muchas caras nuevas pasan por la vinoteca. Además, el servicio a domicilio se está multiplicando e incluso expandiendo. “Estamos haciendo envíos a Madrid, Barcelona o Sevilla a gente que venían en Semana Santa a Logroño y este año por las circunstancias no han podido. También los pueblos de alrededor como Villamediana, Oyón o Navarrete demandan mucho este servicio”.

La pandemia del COVID-19 ha variado todo: las ventas, la demanda, y los hábitos de compra. “Ahora mismo sólo o pueden entrar dos personas a la vez a la tienda y las ventas se hacen mucho más rápido. Antes el cliente llegaba a la vinoteca y te pedía que le explicaras los vinos o que les recomendaras. Ahora vienen a tiro hecho”.

La cantidad de producto que se vende es totalmente diferente. “Si hace un par de meses la gente venía a por dos botellas más asiduamente, ahora vuelan las cajas”, concluye León.

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