Tras casi dos meses ‘atrapados’ en Calahorra, donde se vieron sorprendidos por la crisis del coronavirus, la treintena de integrantes del Circo Holiday ha podido regresar a Alcanadre, su localidad de origen.
Los ayuntamientos de ambas localidades han colaborado de forma estrecha para que esto fuera posible y este miércoles han detallado las circunstancias a las que se han tenido que adaptar los miembros de la compañía circense, que han permanecido recluidos en sus autocaravanas.
El Consistorio calagurritano ha explicado que desde el primer momento «se les facilitó prolongar su estancia; recibieron día a día comida por parte del Ayuntamiento y, en todo momento, tanto servicios sociales como Policía Local supieron atender perfectamente a estas personas que, por su circunstancia de espectáculo móvil, atravesaban por momentos bastantes complicados».
Desde la semana pasada -explica el comunicado conjunto de las dos Administraciones locales- se puso en conocimiento de los integrantes del circo Holiday por parte de las autoridades, y en cumplimiento de la normativa, que debían empezar a trasladarse a su lugar de origen. En ese momento, la alcaldesa de Calahorra, Elisa Garrido, se puso en contacto con el alcalde de Alcanadre, Pablo Aranda, para coordinar ese traslado, que se ha materializado en seis días.
Víveres garantizados
«Durante casi los dos meses que han estado confinados en Calahorra, se les ha proporcionado comida diariamente y se ha estado pendientes tanto de su salud como de necesidades que fueran surgiendo. Un ayuntamiento tiene que tener humanidad y solidaridad con quien lo necesita y así lo ha hecho el ayuntamiento de Calahorra», ha indicado Elisa Garrido.
Por su parte, Pablo Aranda comenta que «el contacto con el Ayuntamiento de Calahorra ha sido constante y en ambos casos todo lo que ha habido ha sido colaboración y unidad, que es lo que tiene que primar en estas circunstancias. Estaremos eternamente agradecidos por esa humanidad del consistorio calagurritano».
El regidor de Alcanadre detalla que entre este miércoles y el jueves se están instalando los integrantes de la compañía, «en perfectas condiciones de seguridad e higiene para ellos; disponen ya del enganche de luz y agua que proporciona el Ayuntamiento y ya está en marcha el servicio de entrega de alimentos, mascarillas y productos de higiene coordinado por Raquel Palacios, Trabajadora Social en el Ayuntamiento de Alcanadre y en colaboración con Ultramarinos Taranilla».
En resumen, los consistorios declaran que la colaboración ha sido «exquisita» y el trato «muy humano». «En estos momentos hace falta unidad y los dos ayuntamientos han demostrado su responsabilidad y sus buenas relaciones, que es lo que ha facilitado todo este despliegue», detallan. Por último, los dos alcaldes avanzan que «una vez pase todo esto y los espectáculos se vuelvan a permitir, estarán encantados en trabajar para facilitar su instalación en Calahorra y Alcanadre para que puedan retomar su actividad».
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