El consejero de Educación, Luis Cacho, ha explicado este jueves que La Rioja está en adhesión completa a los acuerdos establecidos en la conferencia sectorial con el Ministerio de Educación y el resto de comunidades autónomas. “Es un documento válido y necesario en estos momentos, fundamentalmente para aportar la certidumbre necesaria a la comunidad educativa”.
El objetivo de Educación es “facilitar” la transición entre final de curso y el comienzo del próximo: falta de presencialidad, intervención educativa fundamentada en la educación a distancia y digital a la que no toda la comunidad tiene las mismas condiciones de acceso. La “flexibilidad” es la palabra clave, sobre todo referente a los trámites administrativos y a la evaluación.
– La primera certeza es que el curso continúa. “No hay ninguna suspensión ni recorte del calendario escolar”. Las actividades lectivas acaban el 22-23 de junio y a finales de junio acabará la actividad docente.
– No hay un aprobado general. “Todos los alumnos deben mantener la actividad lectiva en el tercer trimestre con el objetivo del mayor aprovechamiento acádemico y escolar. La excepcionalidad de la situación requiere un planteamiento más flexible y, siempre, a favor del alumno. Eso no significa un aprobado general, pero serán los docentes los que tengan la última palabra sobre aprobados y suspensos. “La evaluación es especial. No más benévola sino más comprensiva y global en las circunstancias de cada persona”.
– ¿De qué será la evaluación? “Hay dos trimestres normales, evaluados en su totalidad con los mecanismos habituales. El tercero será distinto. El acuerdo plantea que el último sea orientado hacia el repaso, refuerzo y recuperación de aquellos alumnos, materias y ámbitos curriculares que no han sido aprobados suficientemente. La evaluación final no será en perjuicio del alumno y no podrá empeorar las calificaciones obtenidas en los dos primeros trimestres”.
– Repetición. “Es un proceso pedagógico en desuso y contraproducente como reconoce la mayoría de la comunidad docente. Sólo debe ser utilizado cuando se considera que es lo mejor y más beneficioso para el alumno: no estar preparado para afrontar el nuevo nivel”.
– Surgirán dudas en las distintas etapas o enseñanzas. “El concepto es de aplicación general a todas las enseñanzas en todas las etapas”. Por tanto, están incluidos también aquellos donde se obtienen titulaciones como el final de Secundaria, Bachillerato y FP. “Se considera que el alumno titula cuando haya adquirido los suficientes objetivos generales de la etapa. Es un criterio que deben explorar y matizar los órganos colegiados de los centros. Si es lo mejor para el alumno, no titulará. Si es lo mejor para el alumno, titulará”.
“Me gustaría acabar con algunas reflexiones de fondo que también están presentes en estos acuerdos”, ha detallado Cacho, empezando por los valores implícitos en el acuerdo: “Dirigen la Educación en el medio largo y plazo hacia un nuevo horizonte. Es la parte positiva de una crisis negativa y vamos a ser capaces de mejorar la educación entre todos”.
Esto, ha explicado, destaca a la “persona” como “centro”. “Estos acuerdos están teñidos de pequeñas decisiones hacia la personalización educativa que se refiere a la prioridad en el contacto personal del docente con el alumno a través de cualquier medio”, ha añadido.
Cacho ha concluido que lo ocurrido en este curso tan excepcional servirá para avanzar hacia un modelo integral en el que la educación presencial y a distancia sean compatibles para docentes y alumnos. “Hemos hecho un esfuerzo con el reparto de 9.000 tabletas entre los alumnos”, ha finalizado, anunciando una ronda de contacto con los agentes sociales para trabajar de forma conjunta en el futuro educativo de la región.
