No ha sido nunca La Rioja una comunidad especialmente agitada en cuanto a sucesos que atender. Acostumbra a ser una región reinada por una tranquilidad truncada por la crisis sanitaria del coronavirus.
Ninguna otra región de España concentra tantos casos en relación al tamaño de su población y en la respuesta a esta emergencia una de las piezas clave es el servicio SOS Rioja. Su personal compagina las habituales incidencias con las decenas de llamadas al 112 relacionadas con los casos más graves de COVID-19.
Este lunes hemos podido ‘acceder’ al interior de su Centro de Coordinación Operativa, adecuado para preservar las medidas de seguridad ante el riesgo de contagios por COVID-19. Puestos de trabajo separados por mamparas y respuestas desde detraás de una mascarilla quirúrgica han transformado la rutina de trabajo del centro.
“Oímos muchas voces de personas pidiendo ayuda porque somos el primer eslabón en la cadena de emergencia”, señala uno de sus trabajadores, explicando que “asignamos los recursos que necesitan y, sabiendo que estos no son infinitos, intentamos que esa ayuda les llegue de manera correcta”.
Otra de las empleadas envía un mensaje de ánimo a la sociedad: “Somos un granito de arena en esta lucha; detrás de esta línea siempre va a haber alguien para ayudar y lo que necesite. Todo va a salir bien”.
