Crisis del Coronavirus

La ‘semilla’ riojana del coronavirus en Tomelloso, el ‘Wuhan manchego’

Los operarios fumigan las calles en la localidad manchega. | FOTO: Ayuntamiento de Tomelloso

Tomelloso y Haro son localiades similares desde la perspectiva de que ambas tienen en el vino uno de los principales motores de su economía. Más allá de eso, poco vincula a la localidad manchega con la Capital del Rioja. Es lo normal, teniendo en cuenta que medio millar de kilómetros separan a estas dos ciudades, ahora tristemente relacionadas por el coronavirus.

Si Haro fue considerada como la ‘zona cero’ de la epidemia de COVID-19 en La Rioja (llegó a concentrar nueve de cada diez positivos en su estadio inicial), Tomelloso ha recibido apelativos similares a raíz de la alta incidencia de contagios en sus calles. Hasta 114 personas (más que en toda La Rioja, pese a tener una población de algo menos de 36.000 habitantes) han perdido la vida en la localidad ciudadrealeña, donde la mortalidad es un 63 por ciento superior a la media nacional, motivos suficientes como para que le hayan colgado el apodo de ‘el Wuhan manchego’.

El diario El Mundo dedica en su edición de este jueves un extenso reportaje firmado por Olga R. Sanmartín, que analiza la situación de esta localidad de la provincia de Ciudad Real y ahonda en las causas de su exagerado índice de contagios. Y a este respecto, la Junta de Castilla La Mancha identifica dos grandes focos en Tomelloso: “Una residencia de ancianos y una familia que estuvo en Haro”.

En concreto, la información detalla que esta familia, “dedicada a la venta ambulante”, acudió a su regreso al centro de salud “con síntomas, pero no contó que había estado en esa zona de riesgo”. “Varios sanitarios se contagiaron y el centro se cerró, pero ya fue tarde. Diez de los miembros de esta familia han fallecido”, añade el reportaje.

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