Crisis del Coronavirus

El coronavirus propicia la mayor movilización de la historia de Cruz Roja

Llamadas telefónicas a colectivos y personas vulnerables consideradas factor de riesgo, reparto de alimentos y productos de primera necesidad a los domicilios con familias aisladas, traslados en ambulancias para asistencias relacionadas con el Covid-19, apoyo a refugiados y personas sin hogar, teleayuda a escolares, mujeres víctimas de violencia machista y jóvenes gestantes, …

La lista se queda corta para reflejar el sinfín de actuaciones que lleva a cabo la institución con motivo de la epidemia del coronavirus. Desde el Plan Cruz Roja Responde apuntan a la “mayor movilización de voluntarios de la historia”, con más de 3.500 en la región, lo que les ha obligado a pedir paciencia a los ciudadanos más solidarios: “No necesitamos más voluntarios por ahora. No damos abasto a atender los ofrecimientos. Lo agradececemos mucho, de corazón”.

En el Área de Inmigración y Refugio de Cruz Roja La Rioja también están al completo y desde la vigencia del Estado de Alarma las puertas se han cerrado restringiendo las salidas y nuevas admisiones de usuarios. Su responsable y coordinadora del Centro de Acogida, Isabel Manzanos, gestiona la atención a ocho familias de refugiados a quienes, como a todos, les pilló por sorpresa este confinamiento.

“Ha cambiado toda la organización y estamos con servicios mínimos de personal para asegurar al máximo las medidas de seguridad. Nuestra comunicación con las familias vulnerables es prácticamente telefónica para comunicarles cuándo pueden salir a comprar alimentos o medicamentos, así como para recibir la asistencia de los trabajadores sociales, psicólogos, médicos y abogados”, explica Manzanos.

Lourdes es una de las voluntarias asiduas que colabora en los diferentes programas de Cruz Roja desde hace más de seis años, debido también a la ayuda que recibe de la propia institución: “Estar aquí te aporta infinidad de cosas buenas que puedes aplicar a tu vida diaria para ser una mejor persona. Yo he aprendido, entre otras cosas, a trabajar en el sector de la alimentación y a cuidar de personas mayores, al mismo tiempo que ellos me han ayudado a la hora de buscar trabajo así como en el suministro de alimentos de primera necesidad”.

Sin embargo, los usuarios refugiados agradecen la labor de voluntarios y trabajadores que no les abandonan aún en tiempos de cuarentena. Con dos hijos a su cargo, Faiza llegó de Argelia a Logroño hace seis meses después de pasar otro medio año en Marruecos esperando poder cruzar la frontera. Sin embargo, la situación más difícil la sufrió en el centro de inmigración de Melilla: “Allí compartíamos habitación con otras ocho personas y debido a que mi hijo mayor sufre un grado de discapacidad y va en silla de ruedas, la convivencia era muy complicada”.

Ahora, con el apoyo de Cruz Roja La Rioja, Faiza espera que cuando pase toda la situación del confinamiento pueda empezar una nueva vida en la capital riojana. “Me gusta Logroño y me encantaría encontrar un trabajo aquí. Por el momento, llevamos bien la cuarentena porque los niños, además, disponen de material educativo y juegos para ocupar su tiempo, y también existen tarjetas de conexión a Internet. Mi hijo mayor, mientras, está todo lo aislado posible para su mayor seguridad”, explica.

Israel, procedente de El Salvador, fue destinado a Logroño hace algo más de un mes después de que en Madrid aparecieran los primeros casos de coronavirus, “un traslado a tiempo”, asegura. “Por el momento no hago planes a largo plazo porque no sabemos cómo se va a desarrollar esta enfermedad. Aquí Cruz Roja nos presta un trato muy humano y les estamos agradecidos, tenemos rutinas voluntarias de limpieza y cocina, seguimos en contacto con la técnica de empleo, participamos en cursos online, …”, destaca Israel.

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