Tras la ampliación del estado de alarma y emergencia sanitaria a causa de la pandemia COVID-19 y una vez que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha aprobado la suspensión de las competiciones hasta que las autoridades consideren que pueden retomarse sin riesgo, la UD Logroñés se ha visto forzada a tomar medidas laborales para asegurar la pervivencia del club en las actuales y excepcionales circunstancias.
La entidad blanquirroja ha decidido presentar ante la autoridad pertinente un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), por causa de Fuerza Mayor, que afecta a la mayor parte de los trabajadores del club. La Rioja contabilizaba este lunes un total de 1.439 que afectan a cerca de 14.000 trabajadores.
“En esta situación de excepcionalidad seguirán llevando el día a día de la entidad la Junta Directiva, el gerente y la responsable de Comunicación, con el objetivo de que en cuanto se normalice la actividad se asegure su reactivación completa. Son momentos complicados para todos y toca estar más unidos que nunca, asegurando la integridad y salud de los trabajadores y sus familias”, han indicado desde el club.
