Si entre los planes del coronavirus estaba dejar a los arnedanos sin fiesta… su gozo en un pozo. Lógicamente, el San José de este año será recordado como el más anómalo de la historia, pero para nada significa eso que los vecinos de la Ciudad del Calzado se hayan quedado sin celebrar sus costumbres más arraigadas.
Este sábado, a la hora en la que el Arnedo Arena debía ser un hervidero, la ‘marea roja’ lució en los balcones. Pañuelo al viento, todo un vecindario dejó por unos momentos su confinamiento para recordar las fechas en que nos encontramos y cantar a viva voz su “Feria taurina de Arnedo, alma de la torería”. Definitivamente, pase lo que pase, en Arnedo sí saben gozar.
