El director general de Salud Pública del Gobierno de La Rioja, Enrique Ramalle, ha indicado este sábado que “habrá que esperar al menos ocho o diez días para ver el descenso de la curva” de afectados por el coronavirus, ya que aún es pronto para apreciar los efectos del Estado de Alarma decretado hace una semana.
Ramalle ha advertido, no obstante, de que “no podemos esperar, cuando se produzca, un descenso brusco de los nuevos casos”, sino que la epidemia evolucionará hacia una “ralentización”.”Es la primera vez que nos enfrentamos como especie a este virus y no tenemos inmunidad porque nunca hemos estado en contacto con él. Por similitud con otros virus podemos prever cuál será su comportamiento, pero es posible que en unos días tengamos que hacer nuevas predicciones, espero que a la baja”, ha detallado.
Cabe recordar que la comunidad ha registrado este sábado el mayor repunte de la enfermedad, con 67 nuevos casos que elevan a 564 el número total de contagiados. De ellos, según los datos precisados por Salud, 128 han precisado de ingreso hospitalario (17 de ellos, en la Unidad de Cuidados Intensivos). Desde que el pasado 2 de marzo se identificase el primer caso positivo por Covid-19, 15 personas han fallecido en La Rioja (ocho de ellos, en las últimas 24 horas) y se han registrado 18 altas hospitalarias.
Pese a estos datos, Enrique Ramalle ha indicado que “el número de casos que se están produciendo todavía sigue la lógica de la difusión de la epidemia, donde ya no podemos hablar de focos sino de una transmisión comunitaria mantenida”.
Lo que podemos hacer
A este respecto, el director general de Salud Pública ha detallado “lo que tenemos que hacer los sanitarios y lo que tiene que hacer la población” para frenar la curva.
“El sistema sanitario está detectando rápidamente, diagnosticando rápidamente, aislando rápidamente, tratando clínicamente en función del estado de cada paciente y acompañando con ayuda psicológica a los afectados y sus damilias”, ha dicho. En cuanto al resto de la población, ha subrayado que “quedarse en casa lo máximo posible, lavarse las manos con frecuencia, mantener la distancia social y desinfectar todo aquello que toquemos con las manos” es el método más efectivo para evitar nuevos contagios.
