Crisis del Coronavirus

La población de mayor riesgo no se achanta frente al coronavirus

Son población de riesgo, pero muchos de ellos no tienen miedo al contagio por coronavirus, a diferencia de gran parte de la sociedad y es que La Rioja, a fecha de este viernes, ya roza los 500 casos positivos. Sus rutinas apenas se han visto alteradas desde que el Gobierno impusiera el Estado de Alarma y, por consecuencia, todo una artillería de medidas restrictivas para el día a día. Aunque sus largos años nunca les hayan puesto frente a una situación similar, todos la asumen “con mayor o menor resignación pero con total normalidad”.

“A mis 89 años, si no caigo enferma por este bicho lo haré por otra causa”, apunta Luisi, viuda desde hace ocho meses a quien el Covid-19 no le asusta. En compañía de una mujer que le ayuda en el hogar, Luisi asegura que sigue haciendo lo mismo que antes de entrar en cuarentena, “sofá, televisión y balcón”, aunque reconoce que “para el resto de la gente sí es una faena”.

“El pasado sábado por la mañana fui a pasear con mi mujer y estaba lleno de gente, pero fue pasar dos días y la gente ya tenía más en cuenta las restricciones. Realmente nos hemos concienciado gracias a esas medidas que han puesto, sino nadie se lo tomaría en serio”, incide Iñaki, quien a sus 77 años aprecia la evolución de la crisis frente al televisor: “Tan pronto te dicen que esto durará quince días como que aún tenemos para meses”.

En el caso de Fernando, el no poder hacer sus cinco kilómetros diarios recomendados por su médico le está suponiendo todo un reto: “Es lo que más noto de esta cuarentena, además de que siempre salía a hacer la compra y otros recados. Ahora la hija no me deja y ella se encarga de proveernos de comida y demás productos”. Ahora este octogenario se tiene que conformar con pasear por los pasillos y usar el pedalier que le regaló su progenitora para mover brazos y piernas mientras, móvil en mano, revisa las últimas informaciones sobre la epidemia.

Su mujer, Celia, lo lleva mejor. “Yo me entretengo perfectamente en casa cocinando, viendo la televisión o haciendo sopas de letras. La verdad es que nunca me ha gustado mucho salir a la calle, siempre me sacan a regañadientes”, aclara. Como paciente de Sintrom, lo que si la hará salir a la calle es su próxima cita en el centro de Salud, la cual no se ha cancelado a diferencia de otras con menor urgencia.

Las residencias de mayores, “abandonadas”

Mientras, las situaciones de colapso se repiten en numerosas residencias de la tercera edad del país. En La Rioja, por su parte, lamentan la falta de material del personal para poder cumplir con las medidas de seguridad. Desde la Residencia Santa Justa, su directora, Susana Ruiz, ha expuesto este jueves su preocupación ante los micrófonos de Radio Rioja: “Nos sentimos realmente indefensas y abandonadas en cuanto a las medidas de seguridad que se deberían estar tomando para evitar el contagio tanto del personal como de nuestra población más frágil y vulnerable”.

A raíz de la suspensión de las visitas, Ruiz destaca la digitalización de los centros: “Ahora todas somos residencias 2.0, porque siempre hemos primado el contacto de los familiares con sus mayores, aunque ahora tenga que ser a través de la tecnología, con videollamadas y conferencias vía Skype”. Por otro lado, la residencia San Justa asegura que, “con el fin de que nadie muera solo, se mantienen vigentes las visitas para aquellos residentes críticos”.

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