Si quedarse en casa para los españoles está siendo agobiante, la situación se convierte casi en dramática si estás en un país que no es el tuyo y no te dejan salir de él. María Ascen Soldevilla es queleña y en estos momentos se encuentra atrapada en Filipinas. El 5 de marzo comenzaban sus vacaciones y volaba con una compañera a una de las pequeñas islas que conforman el país. Y el pasado viernes todo se complicó.
Todo hubiese sido idílico si no se hubiesen encontrado con la decisión del gobierno filipino. Manila está cerrada por tierra, mar y aire y en estos momentos solo es posible salir del país con un billete internacional para las siguientes 72 horas. “Los billetes son carísimos. Estaríamos dispuestas a pagarlo, pero el problema es que los están suspendiendo todos. Si no salimos de aquí en esas 72 horas lo más probable es que nos tengamos que quedar todo un mes”, relata.
Durante estos días, han estado buscando la mejor solución para salir. Es imposible. Ascen entiende que se trata de una emergencia mundial y que todos los países están cerrando fronteras, pero el miedo de esta queleña radica en contraer la enfermedad allí.
“El país no tiene una sanidad como tenemos en España y mi compañera de viaje tiene bronquitis crónica, por lo que es una persona de riesgo”, confiesa, emocionada por la situación que le ha tocado vivir: “Todo está siendo paradójico. Estamos sintiendo racismo hacia los españoles porque saben que en nuestro país hay muchos casos”. Por el momento, ellas están en un pequeño hotel, pero hay muchos españoles en Filipinas que ya llevan días viviendo en los aeropuertos. “Necesitamos que nos saquen de aquí”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha creado una página con recomendaciones para salir del país que consisten en llegar lo antes posible a una ciudad con aeropuerto internacional. Ellas ya están en Cebú, que cuenta con él, pero es imposible coger un vuelo hacia ningún otro lugar del mundo. Los vuelos que tienen desde allí son a ciudades como Singapur, Bangkok o Seúl, donde se encontraría ante la obligación de guardar una cuarentena. La mayoría de estos vuelos están cancelados, por lo que su única solución es la repatriación.
