El fundador de Bodegas Paco García ha muerto este fin de semana a los 77 años de edad. “Siempre luchador y fuerte, aprendió el arte de trabajar desde bien joven y supo desarrollar y moverse por muchos caminos de esta vida. Llegó a cumplir el sueño de su vida y fundó su propia bodega; y lo más importante, supo crear una gran familia y rodearse de mil amigos a su alrededor”, recuerdan desde la firma de Murillo de Río Leza.
En 2010 hizo el relevo generacional con su hijo Juan Bautista, pero “él siempre estaba aquí, enorgulleciéndose con cada paso de la bodega y disfrutando de vuestras visitas, comentarios y risas que la mayoría de vosotros habéis podido disfrutarlas junto a él”.
Desde Bodegas Paco García destacan que “se ha ido con una sensación de paz, de vida vivida de manera plena, orgulloso de su trabajo, de la educación y valores trasmitidos a sus hijos y en su empresa, y de saber que ha disfrutado de la vida”.
Sus descendientes hacen una última petición en su nombre: “Abriros cualquier día de esta semana, a la hora de cenar, una botella de un buen vino; y pensar durante un minuto, en silencio, en lo afortunados que somos por la gente que nos acompaña y la vida que nos ha tocado vivir”. “Ese mensaje nos quería dejar Paco: demos gracias a la vida y vivámosla, trabajemos, luchemos, riamos, bebamos, compartamos con la gente que merece la pena, y no dejemos pasar un día vacío, que día que pasa…. ya sabemos que no vuelve”, destacan en la bodega.
Paco García, a través del vino, “ha conseguido formar una gran familia, ha conseguido unir a personas con un objetivo común: disfrutar de nuestra pasión el vino y el disfrute de la relación humana. ¡Salud y hasta siempre Paco!”
