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Logrostock sufre las consecuencias del mal tiempo y el coronavirus

La decimoctava edición de Logrostock ha puesto fin a tres días de feria donde el mal tiempo y los mensajes de alarma por el coronavirus que han ido de móvil en móvil han perjudicado una cita muy esperada por todos los riojanos y turistas.

Este gran escaparate comercial, abierto en pleno centro de Logroño, ha registrado 120.000 visitantes en total, de los que el 68,5 por ciento han realizado alguna compra. “Este año se ha notado mucho que la gente ha venido más a mirar. Entre el mal tiempo, la paranoia que se ha generado en torno al coronavirus y la gente que está en modo austeridad no se ve alegría a la hora de comprar”, explica Bianca Mahnken, de la tienda Summertime.

“El miedo al contagio después de los mensajes que se han podido leer en redes sociales y WhatsApp estos últimos días nos ha perjudicado mucho. Es un hecho denunciable. Ojalá encuentren al emisor del mensaje y, por lo menos, lo amonesten. Hay que tener claro que esto no es un mercadillo sino la salida a la calle del comercio de la ciudad y este tipo de acciones nos perjudican a todos”, comenta Elena Marrodán, de Ramón Óptica. “Cada uno es libre de ir donde quiera mientras que las autoridades sanitarias no alerten o prohíban acudir a una sitio determinado”.

El 91 por ciento de los asistentes han valorado positivamente la calidad de los productos ofertados en los diferentes establecimientos y el ochenta por ciento han calificado como excelente, muy buena o buena la relación calidad-precio.

Esta edición ha sido la sexta para Marina Torres, propietaria de la tienda de ropa Eme. “En mi caso hay rebajas de hasta del sesenta por ciento, y toda la ropa que traigo a Logrostock es de este año o, como mucho, del anterior. Lo que me queda de hace dos años o más lo dono”. Marina confiesa que durante estos días ha oído muchos comentarios sobre el coronavirus pero, “al final, quien quiere venir a comprar lo hace igual”.

Los visitantes que se han acercado durante esta edición han sido mayoritariamente mujeres, un 56 por ciento del total. Además, el 42 por ciento de los visitantes en esta edición de Logrostock han llegado desde fuera de la ciudad; el 16 por ciento desde otros municipios de la comunidad y el 26 por ciento desde fuera de La Rioja. En concreto, las provincias con mayor presencia han sido las vecinas Álava y Navarra.

“Está claro que el mal tiempo y el caos del ‘catarro’ famoso han hecho daño, pero la economía, tanto de los riojanos como de la gente que viene de fuera, se nota que no está bien. Se ve mucho paseo y poca compra; mucho ambiente y poca bolsa”, destaca Esther Andrés, de Sancar Calzados. La diferencia de precios durante la feria es importante pero “hay que tener en cuenta que no estamos en un mercadillo. Muchas mujeres vienen regateando, pero es imposible rebajar productos buenos y de alta calidad, como los de piel”.

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