El astro

Los vientos del oeste traen un curioso invitado a La Rioja: la calima

El mes de febrero no está siendo, ni mucho menos, previsible en cuanto a lo meteorológico. Quienes esperaban su llegada para enfundarse los esquíes acumulan un buen puñado de semanas de lamentos continuados porque la temporada en Valdezcaray ha sido un visto y no visto.

En su conjunto, las temperaturas de febrero no solo han sido suaves en La Rioja, sino que pueden considerarse cálidas: se ha rozado la máxima temperatura de la serie histórica a estas alturas del año (los 23,7 grados registrados hace este jueves justo un año) y el mercurio se ha elevado notablemente sobre las temperaturas medias de ejercicios anteriores.

Y por si todo eso fuera poco, este jueves ha llegado un exótico invitado a la región que ha cazado el siempre avezado Meteosojuela: la calima. Los vientos del oeste han traído a los siete valles el polvo en suspensión del desierto del Sáhara, que a finales de la pasada semana pusieron en jaque las comunicaciones con las islas Canarias. No obstante, la concentración de partículas no es, ni de lejos, similar a la registrada en las ‘Islas Afortunadas’, si bien los transeúntes se habrán percatado de que el fresco de estos días atrás ha dado paso a un ambiente mucho más cálido.

Así se aprecia la calima en el paisaje de algunas localidades de la comunidad:

Logroño.

Haro.

Ezcaray.

Calahorra.

Arnedillo.

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