El Rioja

El “binomio perfecto”: una filosofía de vino con arte en Bodegas Murua

Chelo Miñana, directora de enoturismo de Masaveu Bodegas

Decenas de cuadros de los más reconocidos pintores nacionales inundan cada rincón de Bodegas Murua. Un tesoro artístico que para muchos sigue siendo una sorpresa que solo descubres una vez te adentras en su interior. Bodegas Masaveu adquiere en 1974 esta bodega ubicada en Elciego que hoy cuenta con 110 hectáreas cercanas al edificio. La familia Masaveu se caracteriza por su gran afición al arte desde hace generaciones, una pasión que se refleja también en las bodegas y que sorprende al visitante que se adentra en ellas.

“Bodegas Murua refleja el binomio perfecto entre vino y arte desde una filosofía de trabajo y de vida con un componente cultural muy presente”, resalta la directora de enoturismo de Masaveu Bodegas, Chelo Miñana. Así, el público que demanda este tipo de enoturismo busca vivencias especiales. “Aprecia tomar un buen vino rodeado de estas expresiones artísticas que le ponen los pelos de punta por el gran realismo que plasman”, apunta. Unos lienzos que, además, reflejan perfectamente el entorno rural del vino y la gastronomía de la zona que les rodea.

Chelo Miñana | Foto: Amaya Garrido

Las obras que decoran los rincones de la casa, pertenecientes a Corporación Masaveu, no solo se concentran en los cuadros. “Somos como un museo integrado en la bodega, con mobiliario del siglo XVI, esculturas, dinteles, ventanales y puertas de madera de gran envergadura que te trasladan a un entorno donde disfrutar del espacio y el tiempo, porque el arte es parte del ADN de los Masaveu”, recalca la directora de enoturismo. Murua dispone de una selecta biblioteca con ejemplares antiguos y muy técnicos sobre viticultura que todavía los enólogos siguen consultando.

Todo ello conforma un prestigioso elemento diferenciador del resto de bodegas de Rioja. “La familia ha determinado que es el momento de apostar por el enoturismo como una línea de negocio, adentrándose en el mercado comercial a nivel de promoción turística e invirtiendo en recursos para ofrecer una experiencia única. Con esta apuesta, lejos de cerrar las puertas, queremos sumar y multiplicar el valor de la zona de nuestros vinos y la filosofía de trabajo que les envuelve”, explica Miñana.

Foto: Amaya Garrido

El ‘dormitorio’ de botellas de Murua es otra de sus joyas. Siendo la primera bodega en adherirse a Masaveu Bodegas, su funcionamiento alude más a “una bodega boutique”, ya que a pesar de sus dimensiones, la marca elabora 250.000 botellas anuales. El motivo es que todos sus vinos son reserva o gran reserva, por lo que requieren de un largo periodo de guarda antes de salir al mercado.

En este subterráneo, miles de botellas se apilan en forma de enjambre donde se encuentran a la vez añadas pasadas, presentes y futuras: “Se almacenan 300 botellas de cada una de las añadas como una especie de cápsula del tiempo que refleja el pasado; luego están las botellas de la campaña actual listas para salir en los próximos pedidos y, por último, aquellas botellas sin etiquetas ni cápsulas que reposan para la futura venta”. Una calidad que, enfocada a reflejar el sabor de la tierra de Rioja Alavesa, se puede controlar al cien por cien ya que todos los viñedos son propiedad de la bodega.

Foto: Amaya Garrido

Presente en cinco indicaciones geográficas distintas, una apuesta de Masaveu es el respeto medioambiental y la sostenibilidad. Por el momento ya son veinte hectáreas de viñedos ecológicos las que trabaja Murua a la espera de seguir ampliando esta “filosofía”. Supone un cambio difícil, puesto que se requiere de un estudio previo individualizado de cada viñedo para analizar cómo se pueden paliar las enfermedades sin emplear ningún producto químico.

La bodega, galardonada el pasado mes de noviembre con el Best Of de Turismo Vitivinícola, cuenta con cinco vinos (cuatro tintos). “Además de los dos clásicos de Rioja, Murua Reserva y Veguín de Murua Gran Reserva, elaboramos otros dos vinos de autor, VS Murua y M de Murua, creados por el propio enólogo de la bodega, quien decide los tiempos en barrica y en botella”, indica Miñana. Estas creaciones se acercan a esa línea moderna de vinos que buscan adaptarse a la nuevas tendencias del consumidor “ofreciendo unos tintes más afrutados, pero sin perder las raíces de los grandes clásicos de Rioja”.

Chelo Miñana | Foto: Amaya Garrido

Siendo una de las regiones punteras, “y en constante progreso”, en cuanto a enoturismo se refiere, “Rioja está trabajando en avanzar en las comunicaciones, los transportes y los servicios auxiliares”, reseña Miñana. “Además, Murua está situada cerca de alojamientos de gran prestigio como el hotel Marqués de Riscal o el Hotel Viura, lo que permite a los turistas tener una completa vivencia vitícola de alto nivel experiencial”. Se trata de zonas inminentemente rurales con “mucho potencial de mejora en servicios, taxis, hoteles de alta gama y gastronomía de alto nivel para ese público internacional y nacional más selecto”, incide la directora de enoturismo.

En este sentido, Miñana recalca que “para fortalecer el enoturismo en la región hay que comenzar con reforzar los servicios y facilitar el acceso desde los aeropuertos cercanos y las grandes capitales para llegar a todo tipo de clientes”. Con cerca de un sesenta por ciento de turismo extranjero, Bodegas Murua insiste en la búsqueda de experiencias especiales y personalizadas por parte de este público que cada vez es más cuantioso.

 

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