La Rioja

El Comité de Empresa del FHC denuncia caos y colapso en Urgencias

Protesta anterior en el Hospital de Calahorra

Desde hace años se venía denunciando por parte del Comité de Empresa que las Urgencias de la Fundación Hospital de Calahorra estaban obsoletas, con absoluta falta de espacios e inadecuación de los existentes, lo que determinaba saturaciones y colapsos asistenciales en cuanto aumentaba mínimamente la afluencia. La necesidad de una nueva Urgencia, dimensionada a las necesidades actuales, era obvia, para ellos.

“De repente, en 2019, se impone la realización de unas obras mal concebidas y peor planificadas, en el mayor de los secretos, deprisa y corriendo”, explican. Las obras se iniciaron a finales de octubre, añaden desde el Comite, “siendo su desorganización manifiesta y su desarrollo caótico”.

“La Consejería de Salud, ignorantes por completo de la realidad hospitalaria, sólo aparece para hacerse propaganda y seguir mintiendo a los ciudadanos al decir que se alcanzarán los mil metros cuadrados cuando eso es puramente imposible porque no existe siquiera esa superficie”, comentan en una nota de prensa.

Así detallan que “dieron inicio a una obras críticas, desconociendo la realidad y las necesidades, en un hospital en funcionamiento, coexistiendo con la actividad asistencial, con una ejecución determinada en el tiempo sin tener en cuenta el factor estacional”.

En pleno invierno, cuando se avecina la epidemia de gripe estructural y aumentan las necesidades estructurales, a los profesionales de FHC se les disminuyó el espacio asistencial “cuando los que trabajamos en esto sabemos que estas fechas aumenta la afluencia entre un veinte o un treinta por ciento de media”.

“Sólo cuando el desastre alcanza dimensión caótica, como ha sido el caso un día sí y otro también en enero y febrero, entonces (la semana pasada) se produce un ‘refuerzo de personal’ médico en determinados días, para 36 horas semanales, quedando las otras 136 horas sin cobertura, mientras el refuerzo de enfermería es aún menor y el de auxiliares prácticamente inexistente”, apuntan.

“Pero los colapsos en nuestras urgencias continúan porque los espacios siguen disminuidos y no hay lugar donde atender a los pacientes cuando el servicio está lleno, lo que se produce en un corto espacio de tiempo, normalmente a las doce del mediodía ya está colapsado el sistema de Urgencias de FHC”, según han explicado desde el Comité de Empresa.

Así critican que se está produciendo “un hacinamiento generalizado de pacientes y familiares” con franjas horarias donde la asistencia se colapsa sistemáticamente, con salas de espera ínfimas que se ven saturadas mientras los familiares de los pacientes terminan sentándose en el suelo por los pasillos.

“Las condiciones laborales también han empeorado porque las zonas de trabajo provisionales que se han habilitado son claramente deficitarias, más reducidas, con temperaturas extremas, sequedad ambiental, olores de desagües y sin ventilación. Todas estas condiciones también determinan un aumento del riesgo biológico, ya que se introduce a los pacientes en lugares cerrados, sin ventilación, y sin conocer su motivo de consulta, con lo que la prevención de transmisión de enfermedades llegará siempre tarde”, apostillan.

A falta de información veraz sobre asistencias, ingresos, número de ambulancias, etc, que se oculta, los profesionales llevan al día sus propios controles estadísticos y han hecho también encuestas propias. “Nos consta que la media de asistencias se ha visto incrementada en un treinta por ciento, llegando en determinados días al cincuenta, motivando comunicaciones desde Urgencias a los coordinadores y al Gerente solicitando ayuda y denunciando unas condiciones de servicio en las que no se pueden asegurar ni la calidad asistencial ni la seguridad de los pacientes”, dicen.

“El próximo jueves día 20 se pasará a la denominada “segunda fase de la obra” y es previsible que la situación todavía empeore”, intuyen: “El caos desorganizativo y el colapso intermitente y continuo de la Urgencia de FHC no son simples consecuencias molestas que se deriven inevitablemente de unas obras, sino el resultado de la ineptitud de la Gerencia y la ignorancia en gestión sanitaria y hospitalaria de la actual Consejería de Salud”.

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