La Rioja

Dos jubilados y un menor con discapacidad, víctimas riojanas del ‘Timador del Txistu’

El conocido como el ‘Timador de Txistu’ por la Unidad Adscrita de la Policía Nacional ha vuelto esta semana a prisión después de huir de la justicia durante algo más de dos años. Jorge Lozano, su verdadero nombre, es acusado de estafar 1,2 millones de euros a, al menos, diez personas y hasta 3,5 a Banca Mediolanum. Sus mentiras también llegaron a La Rioja allá por el 2007, cuando entabló relación con la familia política de de un viejo amigo de la mili.

Así ha desvelado el diario El Mundo, concretando que las víctimas riojanas se refieren a un matrimonio de jubilados, una hija suya, así como la hermana de aquel colega de la mili y el hijo de esta, quien sufre parálisis cerebral. Quedándose con los ahorros de estas personas, la estafa asciende así a casi medio millón de euros, provocando que su estancia en la cárcel se ampliase a tres años y medio, aparte de la responsabilidad civil y la multa correspondiente.

“Jorge conoció a esta familia y en el año 2006 o 2007, aprovechándose de su amistad, les empezó a recomendar que invirtieran los ahorros de toda su vida en diversos productos financieros de ING. Él les había convencido de que era un experto gestor financiero que trabajaba en el banco, pero en realidad no trabajaba allí sino en una compañía de seguros del mismo grupo”, explicaba Álvaro Rodríguez Curiel, del Despacho de Abogados Ibarra de Logroño, al diario El Mundo.

El ‘Timador del Txistu’ se encargó de reforzar sus timos: “Les pedía cada vez que ellos venían a Madrid que le llevaran a la sede de ING en Pozuelo a las ocho de la mañana y después que le fueran a recoger a las tres de la tarde. Además, les enviaba extractos del estado de las cuentas, pero en realidad eran falsificados, porque la cuenta era de él y había hecho creer a la familia que los titulares eran ellos”. Incluso les enviaba cada año los estados financieros que hay que presentar en Hacienda, todo falsificado”.

Fue gracias a Luis Miguel, otra de sus víctimas, por lo que Jorge Lozano acabó entre rejas. En su caso, este padre de familia y amigo del timador confió y depositó, engañado, 800.000 euros procedentes de la venta de dos viviendas en una cuenta a nombre del estafador. Un dinero que jamás recuperó Luis Miguel y que le ocasionó “una fuerte depresión” a él y toda su familia. Unas consecuencias palpables en todas sus víctimas.

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