“Queremos cazar y no nos dejan. No hacen más que pedir requisitos y ponernos más obstáculos cuando tan solo queremos combatir el exceso de fauna silvestre que destroza los cultivos y provoca accidentes de tráfico”, cuenta a NueveCuatroUno el presidente de la Sociedad de Cazadores de Caza Menor de Autol, Alberto Frías. Sin embargo, la abundancia de jabalíes y corzos en su coto les ha obligado a actuar también con estas especies de caza mayor.
La queja de los cazadores riojabajeños se centra en el próximo 25 de enero como fecha de batida prevista. “Solicité vía web el cambio de día porque no teníamos suficientes rehalas para actuar y posponer así la batida al 9 de febrero, último día hábil para la caza mayor en La Rioja, pero la respuesta de Medio Ambiente fue negativa alegando que ya había hecho varias solicitudes de modificación de fechas y que podíamos afectar a otras batidas cercanas”, explica Frías.
Con la “impotencia” a flor de piel, el presidente asegura que si no se resuelve esta situación en los próximos días, abandonarán la batida: “No podemos ir allá a perder la mañana, pagar al guarda y no cazar nada porque no llevamos perros suficientes. No queremos cargarnos la especie sino actuar con inmediatez, en horas, y queremos ayudar a los agricultores cuyos cultivos son dañados todos los días, pero Medio Ambiente no nos deja”.
En concreto, Frías hace referencia al jefe de la sección de caza dentro de la Consejería. “Ese es el que decide cuándo cazamos, pero parece que le cuesta presionar un botón con el que se modifica la fecha de batida”, critica. Asimismo, los cazadores reprochan el tiempo que transcurre desde que solicitan la batida hasta que se la conceden, “y no siempre, porque en muchas ocasiones el guarda estima que los daños en los cultivos no son suficientes para organizar una jornada de caza”, concluye Frías.
