La Rioja

La obra ‘pirata’ de Portales hace oídos sordos a la orden del Ayuntamiento

La obra ‘pirata’ de Portales sigue su curso pese al veto del Ayuntamiento

La vida sigue igual en el número 22 de la calle Portales. Veinticuatro horas después de que el Ayuntamiento de Logroño ordenase la paralización de las obras de rehabilitación del inmueble para convertirlo en un bloque de pisos turísticos, los trabajos siguen adelante como si nada hubiera ocurrido.

NueveCuatroUno ha sido testigo de cómo a las once de la mañana un camión estacionaba frente al edificio y los obreros descargaban un lote de ladrillos para seguir con los trabajos en su interior, lo que ha provocado la indignación de los vecinos y comerciantes del entorno.

“Las obras nos han supuesto cuantiosas pérdidas económicas porque nos han tapado los escaparates y han impedido el acceso a la tienda. He tenido una hormigonera a 50 centímetros de la puerta y no podía entrar a mi establecimiento”, señala una de las empresarias de la zona, que no salía de su sorpresa al ver descargar el camión.

“Han estado pegotes de hormigón frente a la tienda que han ahuyentado a los clientes”, señala otra comerciante, que asegura que tienen miedo porque en la orden de paralización detallan que existe un riesgo de derrumbe del edificio. Por ello, señala que están estudiando tomar medidas legales al respecto: “No hemos obtenido respuesta de ningún tipo, tanto por parte del Ayuntamiento como por los responsables de la obra”.

Ante la sorpresa de ver cómo los trabajos siguen adelante, varios comerciantes han dado aviso a la Policía Local, que se ha personado en el lugar cuando el camión ya había abandonado las inmediaciones. A este respecto, el Ayuntamiento ha indicado a NueveCuatroUno que los agentes han contactado con los promotores de la obra para recordarles que la orden de paralización entró en vigor desde el mismo momento en que la Junta de Gobierno Local adoptó el acuerdo.

Tras constatar la continuidad de la obra, han indicado que procederán a precintarla. Al mismo tiempo, las fuentes municipales consultadas aseguran que los arquitectos municipales también han emitido un requerimiento a la promotora para que cese de forma inmediata los trabajos.

Demanda por la vía penal

La peor parte en esta historia se la lleva, sin duda, el restaurante ubicado en el bajo comercial del inmueble. En octubre de 2018 se vio obligado a trasladar sus dependencias por las continuas molestias que los trabajos le ocasionaban. “Dejaron el edificio sin tejado y cada vez que llovía se inundaba el restaurante”, declara su propietaria, indicando que en alguna ocasión tuvo incluso que desalojar a los clientes por episodios similares.

“El propietario del inmueble firmó un documento en el que nos aseguraba que las obras serían compatibles con la actividad del negocio, pero desde entonces hemos sufrido un gran perjuicio económico y, sobre todo, psicológico”. Porque la propietaria del restaurante asegura que están siendo “víctimas de acoso inmobiliario” y que en breve presentarán una denuncia por la vía penal.

“El propietario del edificio nos presentó una oferta irrisoria para adquirir el restaurante y así tener el edificio entero, pero la rechazamos”, detalla, como punto de inflexión en una relación que ha devenido en tortuosa: “Le dimos permiso para acceder al local durante las obras y un día nos encontramos con que nos habían cambiado la cerradura”.

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