Tras el éxito de este martes durante la Nochevieja, llegando a ser trending topic en Twitter, ‘Cachitos de hierro y cromo’ no ha perdido su esencia después de siete temporadas, ligando con total destreza el humor con la nostalgia. Para su nuevo estreno, este histórico programa en la madrugada del comienzo de año ha elegido el festival Actual 2020, donde, este viernes desde las 17:30 horas en la Filmoteca Rafael, se ha ofrecido en primicia el preestreno del primer programa de la octava temporada, ‘Despropósitos’.
La directora de esta joya televisiva emitida en La 2 admira su trastienda de la que surgen cada una de las ideas y que lleva el nombre de archivo de RTVE. Desde hace tres temporadas, la riojana Arantxa Soroa dejó el puesto de realizadora del programa para sentarse el sillón de la dirección. “Me he dado cuenta que me apasiona trabar con cosas antiguas y para poder estar en ‘Cachitos’ tienes que amar el archivo”, sentencia.
Cerca de tres meses se necesitan para producir cada uno de los programas. Una tarea que comienza con una exhaustiva inmersión en el archivo en busca de las actuaciones y canciones más curiosas y divertidas, algo que suele durar en torno a un mes. “Ahora cuesta más encontrar cosas llamativas porque lo más sencillo ya ha salido, pero archivo hay y es difícil que se agote. Tal vez es más probable que se agoten los temas interesantes, aunque no deja de sorprenderme la habilidad de los guionistas, y también la nuestra, para sacar siempre algo novedoso”, incide Soroa.
De su mano se halla el también riojano José Antonio Mourenza, realizador y redactor del programa. Tras pasar tres décadas en los informativos territoriales de TVE, su pasión y “envidia” por trabajar en un programa como ‘Cachitos de hierro y plomo’, “sin tantas prisas ni tensión”, se hizo realidad. Ahora espera jubilarse entre canciones de los últimos 60 años, las que le rememoran sus tiempos jóvenes y aquellas que le sitúan en los ritmos más modernos.
“Es una experiencia extraordinaria, cada vez encuentras actuaciones nuevas y sorprendentes. Además, al ser el más mayor (60 años), soy el único que sabe y conoce la música de las décadas de los 60 y 70, soy el abuelo carroza, pero así nos complementamos muy bien todo el equipo”, destaca Mourenza. Una diversidad reflejada en el éxito del programa, ya que “la clave es que satisface a muchos públicos, a los mayores porque fomenta la nostalgia, y a los jóvenes porque les descubre actuaciones divertidísimas”.
“Prueba de nuestro éxito es que nos copian en todos los sitios, como Tele 5 o Tv3. En TVE, con ‘Viaje al centro de la tele’ también han hecho algo parecido al hilo de nuestro programa, pero trata más contenidos además de música. Además, el tipo de producto que se produce es muy barato, no tenemos que contratar a famosos para cantar en directo, y notablemente rentable porque la nostalgia siempre vende, es un éxito asegurado”, apunta el redactor riojano.
Para este preestreno de ‘Despropósitos’, su guionista Alejandro Alcaraz explica cómo han enfocado el programa en los propósitos no cumplidos para el nuevo año que acaban cayendo en el olvido, como apuntarse al gimnasio, buscar pareja, cambiar de trabajo, dejar de fumar o pasar más tiempo con la familia, todo siempre ligado al humor. “Es un tema que da para mucha comedia porque el fracaso siempre es divertido y todos nos proponemos cambiar de vida en cada comienzo de año”, asegura.
Tras ese mes de rastreo, comienza la labor de Alcaraz: “A mí ya me llegan los vídeos y ahí te encuentras con auténticos tesoros audiovisuales que son una maravilla, con puestas en escena locas que se hacían en los años 70 y 80. Hay vídeos que resultan más sencillos a la hora de buscar chistes, otros en cambio donde hay que meter más tiempo para sacar relación con la letra de las canciones o con el artista, pero siempre encuentras algo”.
Tras años como guionista en programas como Fama a bailar, Otra movida y Tonterías las justas, Alcaraz recibió la propuesta de trabar en ‘Cachitos de hierro y plomo’ con “gran ilusión pero sintiendo un profundo respeto por comenzar a trabar con un equipo profesional ya formado que funciona tan bien”. Para él, el éxito del programa es la posibilidad de “crear una complicidad y comunidad entre los telespectadores a través de esos rótulos, donde les dices aquello divertido en lo que fijarse y que ellos luego en sus casas pueden comentar”.
