La Rioja

Y al duodécimo día, alguien reparó el cable ‘colgante’ de Casalarreina

El año ha comenzado en Casalarreina mucho mejor de cómo acabó. Tras la desesperación por los vaivenes de la burocracia, al fin este jueves los operarios han aparecido por la localidad riojalteña para reparar el cable que lleva colgando sobre la carretera desde el pasado día 22.

Entonces, el alcalde llamó al 112 para solicitar ayuda, con un único problema: se encontraba en ese momento en la provincia de Álava y fue víctima del ‘efecto frontera’.

No es que tuviera que activar el ‘roaming’ ni ninguna otra cuestión administrativa. Al encontrarse en el momento de llamar en un monte de la provincia de Álava, «el 112 desvió allí la llamada y cuando se les pidió ayuda contestaron que ellos se ocupaban de todo (llamar a Telefónica para dar aviso del incidente. Fueron encantadores, muy amables».

Sin embargo, el problema estaba aún lejos de solucionarse. Porque cuando la administración alavesa se percató de que Casalarreina pertenece a La Rioja dio marcha atrás y remitió la llamada a SOS Rioja, que trasladó al alcalde que «ellos no tenían que llamar a Telefónica». «A pesar de explicarles que se estaba produciendo una posible situación de peligro no hubo manera», lamentaba el regidor casalarretero.

El Ayuntamiento, ante esta situación, intentó sin éxito contactar con la compañía de teléfonos. Nadie al otro lado y el cable colgando sobre la carretera, con el agravante de que la avería se ha traducido en que esta Nochevieja «las empresas de esa zona no tienen teléfono y nos cuentan que no han podido facturar en sus negocios y que están incomunicados». El siguiente paso -ya entre semana- consistió en volver a llamar a SOS Rioja para pedir ayuda, «ya que a un pequeño Ayuntamiento como el nuestro Telefónica no nos hacía caso». En cambio, la respuesta obtenida -según traslada el Consistorio- ha sido la misma: «Se nos volvió a decir que no era cosa de ellos».

Ante este panorama, el Ayuntamiento se preguntaba «si a Telefónica le importará un pequeño pueblo como el nuestro, cuando es misión (casi) imposible notificar una avería y mucho más que vengan a arreglarla; es indecente», advirtiendo de que «nos pensaremos seguir con nuestros contratos».

Pero la crítica también iba dirigida al Gobierno de La Rioja: «Ojalá pueda hacer algo para evitar abusos y los municipios sepamos que hay alguien que nos ayuda y defiende, en vez de abandonarnos como ha hecho Telefónica». «Esta es la historia de un pequeño (o gran problema) que un Ayuntamiento ha querido solucionar y que no ha encontrado la ayuda necesaria que siempre (hasta hoy) había tenido de SOS Rioja».

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