5 de enero, once de la mañana. Melchor, Gaspar y Baltasar son recibidos con ilusión desbordada por los miles de niños que abarrotan el Estadio de Las Gaunas, que, salvo honrosas excepciones, registra en esta fecha su único lleno del año. La ilusión asiste, marca, golea y deja paso a la desazón, la de sentir que faltan 365 días para repetir una fecha tan mágica, en la que seres tan especiales llenan de felicidad a los hogares de toda La Rioja. O casi.
Porque en muchos hogares existen dramas silenciosos, tragedias que perviven por más que una fecha señalada aparezca en el calendario. Bien lo sabe Rubén Zabala, que vio como una amiga, Begoña, pasó por uno de los peores tragos posibles de esta vida: el ataque de un cáncer. Apesadumbrado, relata una historia que impacta: “Ella no solo tuvo que hacer frente al dolor físico, a la lucha entre la vida y la muerte que es esta enfermedad; sino al abandono de parte de su círculo cercano”.
“La gente no quiere el dolor cerca, su pareja de aquel momento incluso le abandonó al conocer la afección que padecía pero yo vi en sus ojos su lucha y ganas por salir adelante. Hicimos toda la fuerza posible para sacarla del hoyo, me enamoré de ella y de la fuerza que derrochó. Hoy es mi mujer”. explica. Lejos de lo que pudiera pensarse, Rubén se sintió en deuda después de aquello. Hubo Asociaciones que nos apoyaron en ese trance e intente pensar en como devolver esa ayuda a la sociedad.
En 2016, presentó la iniciativa del ‘Corredor Solidario’, con el fin de recaudar dinero frente a esta lacra. Para ello, puso a la venta y sorteó diverso merchandising aportado por parte de empresas y particulares. En la primera edición se consiguieron 800 euros, mientras que este año se ha llegado a 5.500. Todo ello con destino a entidades solidarias: AECC primero y FARO en la actualidad (Asociación Riojana de Familiares y Amigos de Niños con Cáncer). Esta última asociación recogerá esta cantidad en una gala que tendrá lugar en enero.
El propio Rubén es la cara más visible de esta causa con retos solidarios que dan visibilidad al proyecto: “Este año fui corriendo desde el San Lorenzo a Logroño en un día, en todo momento acompañado por amigos y compañeros del running que se sumaron”. No se conforma y en 2020, pretende subir el nivel: “No tengo la ruta exacta, pero la idea es salir igualmente de San Lorenzo cruzando el Valle de Najerilla a través de Valvanera y Peña Hincada. La dificultad será extrema con casi 100 kilómetros y un desnivel tremendo para un corredor popular, trabajador y padre de familia como es mi caso. Pero si es preciso levantarse a las 4 de la mañana para cumplir lo haré, todo por la causa-sentencia”.
Para llevar a cabo la organización de estas iniciativas cuenta con importantes aliados. Valentín Lázaro, muy conocido en el running riojano por ser durante años el barman del ‘Campo Base’ de los Beer Runners de Logroño, es el cerebro de las iniciativas, ayudando de forma decisiva en la compleja estructura del ‘Corredor Solidario’. “Debo reconocer que yo no había tomado parte en iniciativas solidarias hasta entonces, pero Rubén me sacó del sofá y me ha hecho ver lo reconfortante que es ayudar a quién lo necesita”. Ahora, además de colaborar con Rubén, ayuda a corredores ciegos en diversas competiciones: como la Maratón de Logroño o la Media Maratón de Vitoria, recientemente celebrada.
Otro ‘Rey Mago’ del deporte riojano es Alberto Ramos, propietario del Bar ‘El Dorado’ y todo un veterano en colaborar con los más desfavorecidos. Además de patrocinar un equipo de fútbol sala de jóvenes discapacitados (Ferdis-El Dorado), organiza todas las Navidades una campaña de colaboración en su establecimiento: “Hasta el día de Reyes estamos recaudando alimentos infantiles y con la donación invitamos a un refresco. En anteriores ediciones hemos recaudado 350 kilos de comida o 2500 peluches. Me reconforta hacer llegar nuestra ayuda a gente de aquí, que podemos ver y tocar. A veces, se nos olvida que muy cerca de nosotros también hay problemas”.
Valentín, Rubén y Alberto no se olvidan de agradecer a la sociedad riojana (una de las mas solidarias por habitante, por cierto), su apoyo a las diversas acciones que abanderan y en especial a Esteban Provedo, capitán de los Beer Runners de Logroño. Sin ‘pajes’, nuestros Reyes Riojanos no serían capaces de repartir tanta solidaridad. 310.000 gracias por tan tamaña labor.
