La Rioja

Regreso al Logroño del siglo XVI

“El antiguo Logroño al servicio de sus ciudadanos”. Así define el guía Federico Soldevilla la exposición ‘Pasaje a la historia de Logroño’, que durante estas navidades busca acercar al público interesado las vivencias de los logroñeses en una villa amurallada entre los siglos XVI y XVIII. Un “guiño” a lo que fue la ciudad a través de tres maquetas realizadas por Máximo Ramírez, así como numerosos elementos recopilados como vestuarios de guerrilleros, monedas, celadas, banderas o libros.

Francisco Soldevilla, durante la visita guiada.

Desde el pasado 20 de diciembre, y hasta el próximo 4 de enero, la exposición se puede visitar en el número 3 de la calle Ciriaco Garrido en alguno de los tres pases horarios establecidos (a las 12, a las 18 y a las 20 horas) con una duración media de una hora. Por su parte, las entradas se pueden adquirir al precio de dos euros como donativo para sufragar los costes del alquiler del local, bien en la tienda Trapería De Klaus o en el mismo local donde se halla la muestra justo en el momento de las visitas.

La iniciativa es obra de la Trapería de Klaus de Logroño, que también cumple el papel de librería, anticuario y artículos de coleccionista, y que siempre ha estado ligada a los motivos culturales de la región con el fin de preservar su historia. “Es algo más que una mera exposición que visualizar, porque lo más importante es lo que contamos de la ciudad y su evolución en los últimos siglos”, incide Soldevilla, asiduo colaborador del establecimiento.

Entre las muestras se encuentra una gran maqueta del Logroño amurallado de aquella época y con ciertos edificios religiosos fuera de muros, como el convento de Valbuena, que cuenta con una maqueta propia. El puente de piedra también es otra de las construcciones que se pueden disfrutar a gran escala, así como el Monasterio de Suso de San Millán de la Cogolla. “Una feria novedosa que ya ha acogido a algo más de un centenar de visitas desde su inauguración”, apunta el guía.

Muchos de los objetos que se pueden apreciar en la exposición proceden de donaciones de particulares involucrados con este tipo de actuaciones culturales, como los recreacionistas de Logroño, que han cedido los trajes y otros colaboradores como María Ángeles Chasco, Luis Ángel Varela o el pintor Taquio Uzqueda. El resto del atrezzo es propiedad de la Trapería de Klaus, como son las banderas, los cascos, las celadas o las monedas de la época de Alfonso VIII.

Sin embargo, desde la organización consideran que la afluencia podría haber sido mucho mayor porque, además de ubicarse en una “zona de escaso paso”, no han sabido comunicar y anunciar a la sociedad debidamente la iniciativa. Por otro lado, uno de los socios de Trapería de Klaus e ideador de esta feria, José Antonio Alesanco, asegura que la “tibia” respuesta del Ayuntamiento cuando le plasmaron la propuesta les obligó a llevarla a cabo con sus propios medios.

Mientras, ambos organizadores esperan poder ampliar esta muestra para llegar a un mayor público y apelan al apoyo del consistorio: “Queremos que esto se pueda alargar en el tiempo a través de algún acuerdo con los centros escolares o algún convenio con el Ayuntamiento. La idea es poder alargarlo e incluso ampliar el horario y los elementos expuestos”.

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