Cientos de agricultores de las principales zonas productoras de frutas y hortalizas del arco mediterráneo se concentran este viernes frente a dos de los principales centros logísticos de la gran distribución alimentaria del norte y el sur de España. Los productores de Andalucía y la Región de Murcia lo harán en Málaga, en una estratégica plataforma de reparto a grandes superficies, mientras que los de Aragón, Cataluña y La Rioja se manifestarán frente a las instalaciones de un importante centro logístico de Barcelona. Una delegación de la Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UAGR) participará en esta última concentración.
El nuevo acto de protesta se enmarca dentro de la campaña de movilización permanente impulsada por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) para “reclamar medidas ante la crisis de precios que azota al sector de frutas y hortalizas durante toda la campaña”. Tras el bloqueo del Puerto de Motril (Granada) la pasada semana, (para denunciar la entrada fraudulenta de importaciones sin control), el foco se sitúa ahora en las cadenas de distribución.
Tal y como reflejan los datos recogidos en el Índice de Precios Origen-Destino de los alimentos (IPOD) de octubre de 2019, la campaña se inició con precios en el campo muy por debajo de los costes de producción. En el caso de la berenjena, el precio medio se situó en 0,23€/kg, mientras que en el lineal, el consumidor pagó 1,90€/kg, un diferencial del 726 por ciento. En el caso del calabacín, mientras que el agricultor percibió 0,30€/kg, en destino alcanzó 1,55€/kg, más del 417 por ciento. Limones y melocotones registraron unos diferenciales de precios campo-mesa por encima del 500 por ciento.
El sector de frutas y hortalizas es el más relevante del campo español en términos económicos. Supone el 61 por ciento del valor de la producción vegetal, el 37 por ciento del total de la producción agraria, y genera la mitad del empleo agrario en labores de producción. Su importancia se equipara al total de la ganadería estatal.
Además, España es uno de los principales países exportadores de frutas y hortalizas del mundo. Al margen de cifras absolutas, su importancia trasciende al sector agroalimentario –al que aporta un importante superávit–, ya que es de los capítulos que más contribuyen a las exportaciones totales españolas, con el 4,6 por ciento del total en 2018.
