En sus 37 años de vida, la carta de Don Chufo seguramente sólo ha mantenido una referencia, la que le ha dado popularidad en nuestra capital: las ancas de rana. Pero este típico mesón logroñés es mucho más, especialmente desde que Abel y Rosa se hicieran cargo de su barra y sus fogones hace 27 años.
Además de platos clásicos de la cocina riojana -desde bacalao y picadillo a chipirones o chuletillas, pasando por distintas variantes de casquería fina-, en la esquina de Gran Vía y Saturnino Ulargui se esconden algunos de los pinchos más elegantes y sabrosos de la hostelería local: flor de alcachofa con txangurro y vieiras, piruleta de rabo, anguila con guacamole, bizcho de placton, salmón, semillas de sésamo y wasabi, croquetas de huevo frito, tortillitas de camarones, sardina ahumada con verduras y huevas de pez volador, diversas fruslerías a baja temperatura y, probablemente, los mejores morros de la ciudad.
Mas el tiempo no pasa en balde y sus propietarios llevan meses anunciando su jubilación. Ya, incluso un cartel de “Se traspasa” asoma a su puerta. Pero no lo harán hasta que consigan colocar el local y su recetario. ¿Alguien se anima?