Las primeras horas del día nunca son fáciles en la convivencia entre los peatones y el tráfico rodado. Hasta que viandantes y conductores se desperezan merece la pena andarse con tiento a la hora de cruzar la calzada y, si los semáforos también remolonean la cosa no ayuda demasiado.
Es lo que ha ocurrido a primera hora de este jueves en uno de los puntos de Logroño más concurridos tanto por unos como por los otros: la isleta de la Gran Vía entre San Antón y República Argentina. En la Torre de Logroño los semáforos han amanecido con menos luces que los conductores más temerarios. La duda estaba servida: “¿Cruzo, no cruzo?”, “¿avanzo, no avanzo?”, “¿quién tiene la preferencia de paso?… qué follón”. Y así, ante la confusión, los peatones han emulado a Chiquito de la Calzada al ritmo de Ricky Martin: “Un pasito p’alante, María; un pasito p’atrás. ¡Jarl!”.
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