Los Reyes Magos han adelantado su llegada a Logroño un par de meses y, además, no han tomado tierra en Logroño sino en el Mundial 82. Y tampoco traen oro, inicienso o mirra, sino 23.000 euros como anticipo de un más que previsible taquillazo (los jesuitas recibirán en diciembre a un Primera).
La clasificación para la Copa del Rey del Comillas es lo nunca visto en la historia del club heredero del Loyola, con más de medio siglo de historia. El miedo al fracaso ha abierto la puerta al desenfreno en cuanto Arróniz detenía el penalti decisivo y la gesta estaba materializada. El conjunto se sube por méritos propios al escenario que más focos acapara del fútbol español. Pronto andarán los reporteros de los canales nacionales montando guardia en el Mundial 82, porque quién sabe si está en Logroño un nuevo Numancia o un nuevo Mirandés. La magia del fútbol humilde codeándose con los grandes. La magia de la Copa.
Euforia desatada en la familia azul y en el fútbol riojano, que coloca a cuatro equipos (UD Logroñés, Haro Deportivo, SD Logroñés y el propio Comillas) en el punto de partida del torneo que más taquicardias genera en nuestro país.
Este domingo (12.30 horas) el azar definirá cómo queda configurada la gran fiesta copera que parará el pulso de los aficionados riojanos entre el 17 y el 19 de noviembre. Un sorteo que determinará si a los nuestros (fundamentalmente a Comillas y SD Logroñés, llamados a recibir a los equipos más deseados) la lotería les toca en forma de primer premio o de pedrea. En cualquier caso, como en el Sorteo de Navidad, el mayor premio es compartirlo y gracias a la hazaña del Comillas el Gordo está este año muy repartido para el fútbol riojano.
