El fútbol suele ser un deporte más bien reacio a los símiles musicales. Si un delantero falla un gol cantado, malo. Si el portero canta, peor. Eso sí, donde se ponga un ‘gol en Las Gaunas’ que se quite todo lo demás. No es el municipal de Logroño un estadio muy dado a acoger grandes conciertos musicales. Y ni falta que hace. Porque si la melodía es buena, el pequeño formato se asume como colosal.
Y así lo ha demostrado Sergio Martínez Espiga, que ha interpretado el himno del Club Deportivo Logroñés donde mejor suena, sobre el césped de Las Gaunas. Con su elástica blanquirroja (la clásica), su guitarra y un taburete, el músico se basta y se sobra para ponerle los pelos de punta a todos los que -con más o menos nostalgia- siguen entendiendo el ‘chuta que chuta’ como la más bonita melodía jamás creada. Así de bien suena el himno en la guitarra de Sergio Martínez Espiga
