ARTÍCULO PATROCINADO

Un lugar para descubrir la historia del vino y ponerse a vendimiar

*Artículo realizado en colaboración con La Rioja Turismo

Cuando hablamos de cultura del vino no somos conscientes de que no solo se trata de una moda sino de una realidad ancestral que lleva presente en las sociedades mediterráneas desde los inicios de las mismas. En España, más concretamente en La Rioja se dieron los primeros pasos de las bodegas, siendo la primera región española donde se comenzó a embotellar el vino, alrededor del siglo XIX.

A partir de aquí, hablar de cultura del vino implica tener en cuenta conocimientos sobre los vinos en todas sus vertientes: cómo son, dónde, cómo y desde cuándo se hacen, su evolución histórica, sus propiedades, conocimientos del medio, de la planta, los procesos de elaboración. En La Rioja, conocer y respirar nuestra historia, nuestra tierra, cultura y vida es más fácil visitando El Museo de la Cultura del Vino de Vivanco, reconocido como el mejor museo del vino del mundo.

Paseo por el museo

Lo más característico que tiene el museo es la idea con la que se planteó: llevar a cabo un homenaje a la cultural universal del vino, “dejando atrás la idea de crear un museo específico de lo que es el vino de Rioja o, más concretamente, el vino de la bodega Vivanco”, explica Eduardo Díez, director del museo y responsable de Enoturismo.

Además de todo lo que puedas esperar de un museo del vino (maquinaria, herramientas o botellas), el centro reúne una colección artística y arqueológica con piezas originales de la antigua Mesopotamia pasando por Grecia o Roma hasta obras originales de Picasso, Soroya, Juan Gris o Andy Warhol.

Ideado para todos los públicos, el museo cuenta con 4.000 metros cuadrados divididos en cinco salas de exposición permanente, una sala de exposiciones temporales y el Jardín de Baco, una colección de vides que cuenta con más de 220 variedades de todo el mundo.

La visita dura, como mínimo, hora y media, “pero depende del interés de cada visitante. Hay gente que en dos horas lo hace y otra que lo disfruta durante varias más”, comenta Díez. Las rutas se pueden realizar acompañadas de un guía, por libre, o mediante un smartphone, a través de una aplicación de móvil que se puede descargar gratuitamente.

Hemos hecho un repaso a lo que es la historia de la vitivinicultura: “Desde la pieza más antigua de la colección que es una jarra decantada de hace más de 5.000 años hasta la última incorporación: un bodegón cubista de Georges Braque, uno de los grandes precursores del arte cubista”.

Otras actividades

La visita del Museo de la Cultura del Vino de Vivanco es parada obligatoria dentro del mundo del enoturismo no solo por las colecciones tan singulares que alberga, sino también por el programa de actividades que plantea a lo largo de todo el año.

Ahora, de cara a la vendimia, Eduardo Díez señala que todos los días a las 13.15 horas se realiza una visita ‘especial vendimias’ donde, además de ver el ciclo de elaboración del vino en un momento en el que la bodega está en su máxima actividad, se realiza una actividad en el viñedo donde la gente corta uva y conoce de primera mano lo que hay que tener en cuenta para saber, por ejemplo, si la uva está ya madura.

Asimismo, durante todos los domingos de octubre y el primer sábado de noviembre, Vivanco desarrolla su particular ‘Fiesta de la Vendimia’, una actividad para todos los públicos donde el turista “puede poner un pie en nuestro viñedo, participar en la vendimia y practicar el pisado de uva tradicional, el que antiguamente se empleaba para elaborar el vino”.

Tras esta experiencia, toca disfrutar de un almuerzo riojano con los mejores productos de la tierra (chorizo, chuletillas, tortilla de patata, salchichón), acompañado con los vinos de la bodega, bebiéndolos en recipientes tradicionales como el porrón o la bota, “un envase muy particular, especial y atractivo sobre todo para el visitante que viene de fuera”.

Para terminar la actividad, se efectúa una visita a la zona de producción de la bodega y viven un divertido concurso final del recorrido a modo de gymkana. En definitiva, un lugar imprescindible para los amantes de la cultura del vino y para aquellos que quieran interactuar con el vino como elemento fundamental de la historia y la tradición.

Subir