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Unai Orradre: “No me preocupo por perderme cosas, hago lo que me gusta”

Unai Orradre (Alfaro, 9 de abril de 2004) es una gran promesa del motociclismo a nivel nacional. Líder del ‘Campeonato de España Cetelem Junior de Superbikes’, está a punto de ganar dicha categoría. El riojabajeño cuenta con 106 puntos y aventaja en diecisiete puntos al segundo clasificado, Óscar Núñez (89 puntos). Compite este fin de semana en Navarra y si saca ocho puntos a Núñez, se proclamará campeón de forma automática. “Vendrá mucha gente de mi pueblo a verme este fin de semana”, agradece.

A bordo de su Yamaha, el joven piloto empezó mal la temporada, pero supo darle la vuelta a la tortilla de forma eficaz: “Entrenando mucho y motivándome sabía que podría ir hacia adelante. En todas las carreras quería estar entre los tres primeros y en el pódium”. Consiguió subirse a lo más alto tanto en Valencia y Albacete y a partir de ahí allanó el camino hacia su objetivo. “En esta categoría las motos son muy iguales y lo que cuenta es la pericia de cada piloto”, explica.

La pasión le viene desde muy joven y de familia, ya que su padre y su abuelo corrían con ‘quads’: “A los cuatro años me compró mi padre la primera moto y empecé a entrenar. A los seis me federé, competí en Navarra y fui campeón en 2010, en mi primer año”. Un auténtico talento precoz. Posteriormente, narra sus pasos: Nacionales, Liga Interescuelas, Nacional de Supermotos, Nacional de Minivelocidad y Nacional de Velocidad.

Una ruta sacrificada en busca del éxito

Ningún esfuerzo es gratis y menos en este caso. Orradre se vio obligado a federarse en la vecina tierra foral, ya que en La Rioja la situación de este deporte es francamente mala. Decidió entrenar en la escuela de ‘Chicho’, el padre de Jorge Lorenzo, y comenzar así un camino que le ha obligado a renunciar a muchos caprichos: “Son muchísimas horas de entrenamiento mental y físico, pero cada vez me gusta más este deporte. No me preocupo demasiado por perderme cosas, ya que estoy obteniendo buenos resultados y haciendo lo que me gusta”.

“Mi sueño es ser campeón del mundo y voy a trabajar todo lo que pueda para conseguirlo; aunque también hay que tener un poco de suerte y que todo te salga bien”, explica. Por el momento, maneja ofertas para pasar definitivamente al Mundial de 300 (superior categoría), que ya ha corrido este año gracias a su gran rendimiento.  También podría saltar hacia el Mundial junior, aunque todavía no lo tiene decidido.

Por último, lanza un mensaje para quien quiera seguir su camino: “Es un deporte en el que al principio te ves un poco atrás y sufres. Pero si vas trabajando y mejorando, obtienes buenos resultados y te motivas mucho. Esto es individual, aquí el mérito es tuyo si consigues buenos resultados, no dependes tanto de un colectivo”.

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