Desde que el pasado mes de junio se produjera el cambio en el Ayuntamiento de Logroño, el nuevo equipo de Gobierno ya avanzó que tocaría acostumbrarse a una nueva ciudad en cuanto a movilidad se refiere. Dicho y hecho.
Aprovechando los sanmateos para cortar al tráfico un sector de la calle Guardia Civil -la que separa Gran Vía y Murrieta-, el área de Desarrollo Urbano Sostenible ya ultima la nueva configuración de esta vía, que destaca por tres elementos fundamentales.
El primero de ellos es el sentido de la vía, que ya no se dirige hacia Murrieta sino que parte de ella hacia la Gran Vía. Otra característica es la desaparición del estacionamiento regulado por zona azul en la (ahora) margen derecha de la calzada. Por último, la zona de estacionamientos de la (ahora) margen izquierda de la calle desaparece para dar lugar a un carril bici. En él, los ciclistas circulan ‘refugiados’ por una fila de bolardos.
A buen seguro, la nueva configuración de la vía genere confusión en peatones y conductores los primeros días, pero no cabe otra que ir acostumbrándose.
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