Tanto hemos hablado de agua en estos prolegómenos que al final la vejiga de San Mateo dijo basta y cumplió con la tradición de ‘meón’ a las primeras de cambio. Las fuertes lluvias no impidieron que se celebrasen actos clave como el disparo del cohete o los fuegos artificiales, pero sí causó inundaciones en el centro de la ciudad.
No fue ese su único efecto en la primera noche matea. La red de transporte público de la ciudad se vio colapsada ante una altísima demanda más que justificada por aquello de no llegar a casa hecho una esponja (y aquí hablamos exclusivamente de lluvia).
“Llevamos casi tres horas esperando al búho y aquí en Gran Vía seguimos muertos de frío”, explicaba un lector a este medio a eso de las dos de la madrugada. Media hora más tarde, ampliaba su queja señalando que “el bus que nos tocaba llega dos horas tardes y ni abre las puertas porque va lleno; cuatro horas bajo la lluvia esperando el búho a Valdegastea, una auténtica vergüenza”.
No fue un hecho aislado. Los riojanos que estrenaron la fiesta nocturna se agolpaban en las paradas de los autobuses y el servicio de taxi también registró notables colas. Hubo que tirar de paciencia, no había otra.
Pero las incidencias no quedaron ahí. El apagón fugaz provocado por la caída de un rayo poco antes de las once de la noche tuvo su efecto también en el servicio telefónico. Al menos, en algunas zonas como el entorno de la Plaza de México de la capital riojana. “Estamos sin línea telefónica ni cable para poder trabajar y, lo peor, no nos dan fecha de solución”, explicaba a primera hora de este sábado un vecino de la zona, que anunciaba la resolución de la avería sobre las diez y media de la mañana.
Son los caprichos del santo, que comenzó ‘meón’ los sanmateos aunque parece que este sábado, en su día, su incontinencia no va a producir estragos.
