Al igual que sucede con la Atlántida, cientos de generaciones llevan un buen puñado de siglos buscando la ubicación exacta de la fuente de la eterna juventud. Es muy probable que solo Jordi Hurtado la conozca y, de hecho, el Sereno no viene aquí a revelar grandes misterios de la antigüedad. No está para eso.
Nuestro vigía goza más bajando al barro y abordando asuntos cuya resolución no le garantiza la jubilación con un premio Pulitzer en la vitrina de su salón. Y ahí presume de haber descubierto el ‘manantial de las aguas podridas’ en el Parque del Iregua.
En honor a la verdad, su ubicación se la han ‘soplado’ en modo críptico: “A 50 metros del río Iregua y a 200 del Ebro; olía mal y estaba lleno de moscas. Da la sensación de llevar así varios días”.
El Ayuntamiento de Logroño, según ha explicado este mismo jueves a Diario La Rioja, ha detectado que se trata de aguas residuales que llegan desde Varea y el polígono La Portalada. La causa se debe a la rotura de la red de saneamiento, que próximamente será reparada.
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