La Rioja

‘Revolución Mendoza’ en Logroño: a grandes males, grandes remedios

Desde que el pasado 20 de junio llegara al Ayuntamiento, el nuevo equipo de Gobierno tenía una fecha marcada a fuego como punto de inflexión: las vacaciones de agosto. Hasta ese momento, la misión sería conocer uno por uno a los funcionarios de cada área y desconectar durante los días libres porque, al regreso, tocaba el turno de arremangarse y pasar a la acción de inmediato.

Dicho y hecho. Los ediles responsables de cada área han ido volviendo a la labor municipal y este lunes, casi en un parpadeo, el Ejecutivo de Pablo Hermoso de Mendoza ha dado un giro de 180 grados en dos de los asuntos que más jaquecas han provocado a los gobernantes en los últimos años.

A primera hora del lunes, las ediles de Cultura y Economía y Hacienda hacían pasar a mejor vida la Casa del Cuento (o la Casa de las Letras, como se prefiera). Punto final a cuatro años de contratiempos por el derrumbe del antiguo colegio del Parque Gallarza cuando se trataba de rehabilitarlo, la posterior modificación del proyecto y los retrasos continuados en el inicio de las obras.

Para acabar con este embrollo monumental -en el sentido más literal de la acepción-, más árboles, más jardines y más parque, con el compromiso de equipar los barrios con los espacios de lectura que iba a concentrar la Casa de las Letras. Cuatro años de jaleo, solventados en quince minutos de rueda de prensa.

Ya de por sí, el bombazo informativo ha sido más que notable, pero no ha quedado ahí la revolución urbanística del ‘nuevo Logroño’. “Venga, más cositas, ¿dónde tenemos otro atasco? ¿En el túnel de Duques de Nájera? Pues fuera túnel, hombre ya…”. Y así, unas horas más tarde, ‘¡boom!’, otro quebradero de cabeza que se esfuma por la vía de la simplificación.

No es definitivo, pero el globo sonda ya ha tomado aire y no parece excesivamente probable que se constituya una plataforma con el título ‘Duques de Nájera por su túnel’. Si en su momento los técnicos municipales recomendaron el presente proyecto como la segunda mejor opción, Pablo Hermoso de Mendoza ha sido práctico y ha optado por buscar la primera, que no era otra que olvidarse del túnel y regular el tráfico mediante una rotonda.

Así ha iniciado su revolución el Ayuntamiento de Logroño, optando por soluciones sencillas a cuestiones que, quizás, no eran tan complejos como podíamos imaginar. Siguiendo con este método, solo una incógnita flota en el aire: ¿Qué hacemos con el Centro de la Cultura del Rioja?

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