Casi doscientos ciclistas se echaron este domingo ‘al monte’ para participar en una de las pruebas más singulares del BTT en el norte de España por sus paisajes y por su exigencia. Hasta 1.700 metros de desnivel acumulado en 44 kilómetros de etapa tenían que superar los aventurados deportistas, que de algún lugar tenían que sacar las fuerzas.
Por ello, la organización de la prueba ha entendido que es de justicia que los ciclistas tuvieran un avituallamiento serrano. Pero serrano, de verdad. Así que en una mesita, La Ruta del Zorro plantó una buena pata de jamón, un plato de chorizo como mandan los cánones y unas botellitas de vino para regarlo.
Habrá algún dietista deportivo que desaconseje este tipo de alimentos por su excesiva concentración de sal, pero a tenor de los resultados no estaban tan desencaminados los organizadores, pues apenas una quincena de corredores abandonaron. El resto no solo recuperó energías, sino que pudo completar la prueba con una amplia sonrisa en el rostro y un buen puñado de lonchas de jamón en el serrano.
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