Gastronomía

“¡Ay, Mama, qué risas!” Las estrellas Michelin andaluzas la lían en Ezcaray

El critico gastronómico Rafael García Santos conducía en la tarde de este sábado las ponencias de la segunda jornada del Mama Festival de Ezcaray con la tranquilidad de quien se sabe gran experto al que difícilmente se le puede sorprender cuando de gastronomía se habla.

Con esa tranquilidad de fondo han pasado por el escenario de la plaza San Felipe Angelines González y Fernando Sáenz, contándole a García Santos cómo se las gastan en su obrador Grate, mientras el público disfrutaba con un helado de melocotón marca de la casa. Todo en orden.

Las cosas empezaron a complicarse cuando llegó al escenario Pedro Sánchez, del restaurante Bagá de Jaén, pero sobre todo un jiennense de tomo y lomo. “A Jaén la gente llega llorando porque no quiere ir y se va llorando porque no se quiere marchar”. Y a Pedro Sánchez se le ha ocurrido cocinar para recordar el sabor de la cocina de las madres, el hilo conductor del fin de semana ezcarayense, una tortilla de pepino. “¡Venir hasta aquí para hacer una tortilla de pepino!”, le ha espetado García Santos. Y ahí ha empezado a complicarse la tarde.

“Pues vas a darle la vuelta a la tortilla tú”. Y ahí tienen a uno de los más prestigiosos críticos gastronómicos del país poniéndose manos a la obra y recibiendo zascas por cada uno de sus movimientos ante la sartén. No se le ha caído todo, así que aún Sánchez y los suyos han rematado una tortilla de aspecto imperial.

Pero la cosa se iba a retorcer más aún con la llegada al escenario del cordobés Paco Morales. Lo que pretendía ser una ponencia ortodoxa ha terminado en un encuentro de amigos sobre el escenario. Primero se ha colado Ángel Leon, el Chef del Mar. “¿Me dejas que compartamos nuestras ponencias?” Y ya no había guion ni orden posible. Nadie podía controlar lo que pasaba ahí arriba. Y García Santos menos. Puyazos cordobeses entre mensajes sinceros de amor a la gastronomía.

Todos al escenario

Morales ha hecho regresar entonces al jiennense Sánchez y ha descubierto entre el público a Dani García, que había intervenido por la mañana. Todos al escenario. Y lo de cocinar ya, si es caso, para otro rato. “Como es mi último año en la alta cocina me puedo meter con los críticos”, le ha espetado García (Dani), a García, (Santos). Con cariño.

Con todo fuera de guion y entre el alborozo del público, igual de divertido que entregado, Morales ha incorporado también al anfitrión a la fiesta. Paniego ha explicado entonces por qué Andalucía ha sido la comunidad invitada de este año, “porque es la tierra más rica de España”. Y ha reconocido para terminar que su sueño “erótico” era poder hacerse esa foto. La foto que resume un fin de semana de ensueño en Ezcaray, en el que los Paniego han vuelto a demostrar que la gastronomía puede, y debe, ser un gran motor para su pueblo y para su región.

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