El extremo riojano Pablo Hervías (8 de marzo de 1993) sigue recuperándose de su lesión en la rodilla izquierda. Tras varios meses en el dique seco, el logroñés ha comenzado a entrenar con sus compañeros del Real Valladolid. La entidad blanquivioleta ha decidido relatar su historia en un vídeo titulado ‘Una sonrisa andante’, en el que Hervías explica cómo fue su proceso de recuperación y sus sensaciones de cara a la próxima temporada.
“Contra el Villarreal tuve un problema grave. Decidí seguir entrenando y tener un tratamiento conservador, pasaron los días y fui mejorando. Sin embargo, un día me empezó a doler mucho. Un día en un entrenamiento, decidí pegarle como si no tuviera nada. Me dolía y lo seguí intentando, hasta que decidí ya meterme para adentro, sabiendo que la temporada había acabado para mí”, subraya.
Una vez conocido el alcance de su lesión (rotura del ligamento lateral interno), pasó por el quirófano y preguntó al doctor por sus plazos y trabajo de recuperación: “Fue muy duro, muchas sesiones de gimnasio y fisio”. Por si fuera poco, sufrió desde fuera el complicado desenlace de temporada de los vallisoletanos: “Fui a Vitoria, el equipo perdía 2-0 y dio un pase adelante. Entonces dije: ¡Esto lo sacamos!. Es muy duro estar en casa mientras tus compañeros se juegan la temporada, pero no queda otra”.
Objetivo: permanencia
Afirma que disfrutó mucho el día de la permanencia ante el Rayo Vallecano. “Tengo ganas de seguir entrenando dos horas más. Llevo tanto tiempo sin hacer lo que he hecho hoy que estoy contento y feliz, sobre todo viendo que la rodilla me responde”, comenta. “Normalmente me cuesta empezar, pero este año es diferente”.
Para él, el objetivo prioritario en este nuevo curso tiene que ser la permanencia. “Si te salvas cuanto antes, ya mirarás otras cosas, pero no nos podemos equivocar y llegar a engaños. Tenemos que salvarnos, esto es un equipo, la temporada es larguísima y todos tenemos que sumar”.
