El Ayuntamiento de Logroño ha aprobado este viernes la aplicación de un plan económico-financiero para corregir una desviación en el techo de gasto correspondiente al ejercicio del pasado año, que el Consistorio superó en más de tres millones de euros.
Y es que en 2018 el Ayuntamiento cumplió con los objetivos fijados por el Estado en cuanto a estabilidad presupuestaria, deuda pública y morosidad, pero no así en cuanto a la regla de gasto, ya que desembolsó 133,8 millones de euros cuando el límite estaba fijado en poco más de 130.
Defensa de los cargos de confianza
En otro plano, el alcalde Pablo Hermoso de Mendoza ha defendido la incorporación de sus nuevos cargos de confianza, de los que ha destacado su “pura capacidad profesional” por encima de cualquier signo político.
Julián San Martín, portavoz de Ciudadanos, ha cuestionado las funciones de las nuevas incorporaciones del equipo municipal, poniendo énfasis en si serán asesores o gestores. Por otro lado, Conrado Escobar, su homólogo del PP, ha repetido su intención de apoyar al equipo de Gobierno en todas las cuestiones que sean de interés público para Logroño.
Para cerrar este tema, Hermoso de Mendoza ha afirmado que conoce los programas de todas las fuerzas políticas y ha priorizado la paciencia: “Sería imprudente empezar a decir cosas tan pronto, queremos aterrizar y ver en qué estado están los temas. Probablemente, en septiembre podamos empezar a desarrollarlos”.
Por último, el informe anual sobre las posibles anomalías en materia de ingresos durante 2018 no ha despertado tanta curiosidad. Turno para Esmeralda Campos (PSOE), concejala de Economía y Hacienda, que ha realizado una breve exposición técnica a la que ninguno de los presentes ha puesto objeciones: “No existen irregularidades en este punto”.
