‘Hemo sido engañado’. Los servicios de alertas climatológicas llevan varios días advirtiéndonos de que se aproximaba a La Rioja una de calor, cuando en realidad habrían acabando antes diciéndonos que nos iban a meter en un secador.
El fuerte viento ha deshojado alguna que otra rama de árbol, alcanzando una de las rachas máximas del país en el aeropuerto de Logroño, con 45 kilómetros por hora. Hemos enviado a un reportero gráfico para grabar aviones aterrizando con apuros pero, por lo que sea, el cámara se ha vuelto con las manos vacías.
Alguno de los lectores que llegan a estas páginas desde otras provincias pensarán “¡qué alegría, un poquito de aire en plena ola de calor!”. Pues no. Aire, a manta; pero lo de fresquito, ya tal. Porque aunque lo peor está por venir, en Calahorra y Anguiano se han picado para alcanzar la temperatura máxima de la región: 36,9 grados a la sombra.En la capital del caparrón alcanzaban ese registro a las cinco de la tarde y en la ciudad bimilenaria, una hora y media después.
En el resto de la comunidad tampoco le han ido demasiado a la zaga: Alfaro, Logroño, Arnedo, Haro y Nájera han superado los 35 grados de máxima y solo en Moncalvillo, Ocón, Santa Marina y Urbaña han bajado de los 30 grados.
Como parece que la situación no solo se mantendrá en los próximos días sino que irá a peor, te recomendamos que en el caso de tener que ir a la peluquería solicites que te laven el pelo, que del secado ya se encarga la ola de aire africano