La Rioja

Sergio del Molino: “Es imposible revertir el despoblamiento rural”

El despoblamiento rural no es cosa de los últimos tiempos, aunque ahora llena debates, reportajes, propuestas electorales, informativos. El periodista y escritor Sergio del Molino (Madrid, 1979) reflexionó sobre ello hace tres años con su exitoso libro ‘La España vacía’ (Premio Libro del Año 2016). Este martes visita La Rioja para hablar, precisamente, de despoblamiento, de vacío. Lo hace durante la presentación del número 44 de ‘Fábula’, la revista literaria de la Universidad de La Rioja, en Santos Ochoa de Calvo Sotelo, a las 19.30 horas.

– Llega a Logroño para apadrinar una revista de la UR, pero también para impartir la conferencia ‘Las aldeas Potemkin: la España vacía como un decorado’, ¿de qué tratará?

– Es una historia basada en cómo los pueblos de la España vacía están anclados en el pasado y no se les permite vivir en el presente, en el siglo XXI, y todo lo hago contando la historia de las aldeas Potemkin, del trampantojo, que tiene mucho que ver con Viena, con la arquitectura. Para ello uso una serie de metáforas que explican por qué buena parte de los pueblos desaparecen de la España vacía.

– Hace tres años publicó ‘La España vacía’. Ahora es tema en boga en conferencias, movimientos sociales… ¿Han cambiado las cosas o simplemente ha empezado a hablarse más de ello?

– Evidentemente que algo ha cambiado en los últimos años y hay una mirada hacia el campo y una conciencia hacia lo perdido, sobre todo. Antes no estaba generalizada y estaba muy circunscrita a las zonas más despobladas y a cuestiones meramente sociales, políticas y económicas, pero no tanto culturales. Ahora creo que el debate es muy profundo en muchos sentidos. Es verdad que va por barrios y que hay un debate político muy superficial, pero luego también hay propuestas y todo lo que está saliendo en cuanto a la producción literaria es muy variada, muy dispar y muy contradictoria y procede de muchos ámbitos. Esto revela que había preocupación honda en la sociedad española pero que por lo que fuera no se había expresado hasta ahora y está empezando a emerger.

– ¿Comenzar a reflexionar y hablar de ello es el primer paso para cambiar la tendencia?, ¿tiene remedio?

– Yo soy muy escéptico y creo que todo el mundo que ha pensado un poco sobre el tema y lo ha trabajado de una forma u otra desde un punto de vista literario, como he hecho yo, o desde uno más político, social o académico, si en algo se coincide es en el realismo, en el escepticismo. Porque la ‘macrourbanización’, la tendencia a vivir en ‘mega urbes’ cada más grandes es algo inherente al sistema económico y social mundial actual. Y para cambiar esa tendencia habría que cambiar las bases del sistema: cómo producimos, cómo vivimos, cómo comerciamos… Habría que cambiar tantísimas cosas estructurales y a un nivel tan mundial que es imposible revertir el fenómeno del despoblamiento mundial y del crecimiento de las ciudades.

Sergio del Molino. | Foto: Daniel Mordzinski.

De hecho ahora el fenómeno está dejando de afectar a los pequeños pueblos y afectando ya a las ciudades pequeñas y medianas. Urbes de menos de medio millón de habitantes, como por ejemplo Logroño, tienen un futuro a largo plazo bastante negro porque no pueden competir dentro del ‘mercadeo’ de ciudades y se convierten ellas mismas en ciudades envejecidas, con un tejido económico cada vez más débil. Lo que habría que hacer es gestionar lo que hay, no gestionar el futuro, no gestionar una ensoñación de repoblamiento que no se va dar nunca. Eso ya veremos qué sucede y qué nos depara esta legislatura que puede ser muy interesante y decisiva a ese respecto.

– La Rioja es una de las regiones de la ‘España vacía’, usted la conoce bien (tal como refleja en su obra), ¿responde al prototipo de región vacía o tiene alguna característica propia?

– La Rioja es una de las regiones que incluyo en la España vacía. Tiene una peculiaridad, bueno, todas, tienen peculiaridades. No hay un España vacía homogénea: en cada zona hay componentes históricos, sociales y económicos muy distintos y La Rioja lo que tiene es que hay, básicamente, dos ‘Riojas’. Por un lado, La Rioja que está vinculada al vino y a la ciudad de Logroño, que es una Rioja próspera, con una calidad de vida muy grande y con población asentada, con una proyección internacional muy poderosa, que a través de la cultura del vino ha sabido integrarse en la modernidad y es puntera en ese sentido. Y luego hay otra Rioja que está en la zona de Cameros que acumula una cantidad enorme de núcleos abandonados o semivacíos y es una de las provincias que más tiene en comparación con otras. Toda la zona que no está vinculada directamente con el vino sufre tremendamente las dinámicas de la España vacía.

– ¿Todas las zonas ‘vacías’ de La Rioja tienen la misma naturaleza y el mismo futuro en su opinión?

– Hay una cuestión que se estudia mucho en urbanismo que son las zonas periurbanas: no se consideran zonas rurales aquellas que están a menos de 2o kilómetros de de un núcleo urbano. A menos de 20 kilómetros de Logroño hay muchos núcleos que entraría en la noción de la España vacía: lugares pequeñitos que pierden población, pero como están en una zona periurbana se aprovechan de los servicios de la capital y no sufren como sufren los lugares más alejados y las zonas que están más vinculadas a Soria. También aquí hay desigualdad: cuanto más lejos de la capital más duro y peor remedio van a tener los núcleos de población.

– ¿Hacia dónde cree que irá la España vacía?, ¿se quedará en una España como decorado o revertirá?

– Todo apunta a que parece que se va a quedar en un decorado en el mejor de los casos. Además es una tendencia que se ve en toda Europa, se va acentuando y de la cual España es solo la avanzadilla, el lugar donde se percibe con mayor crudeza. Pero está pasando en Francia, está pasando en Italia, también en algunos lugares de Alemania… es fruto de la desindustrialización y de las tendencias económicas en las que vive inmersa sobre todo Europa. Esto es una consecuencia ineludible de eso. No sé qué tiene que pasar o cambiar en el futuro para que esto no suceda así y me cuesta mucho imaginarlo.

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