El Rioja

Blancas juegan y ganan

Que los blancos de El Coto de Rioja son vinos de altura nadie puede ponerlo en cuestión: los vinos de la bodega oyonesa nacen y crecen en Finca Carbonera, en Bergasa, la que se encuentra a mayor altitud -875 metros- de toda la geografía amparada por la DOCa Rioja: 500 hectáreas de las que ya rinden algo más de un centenar.

En sus inmensas instalaciones que dominan Logroño, enmarcadas en un paisaje donde despunta a lo lejos el San Lorenzo aún salpicado por la nieve, El Coto presentaba este lunes la última añada de las nuevas variedades blancas autorizadas por el Consejo Regulador.

De la mano de su enólogo, César Fernández, y por orden de desaparición, fueron desfilando el verdejo, el primero que se elabora en la Denominación con esta uva típica de Rueda: con aroma verde y fresco, a fruta tropical, y una acidez bien domeñada en un conjunto donde prima el equilibrio. A renglón seguido, el sauvignon blanc, fino y floral. Después, otro monovarietal, el ‘875m’, chardonnay fermentado en barrica de roble francés sin tostar que se somete a una suspensión periódica de lías (battonage); un caldo que recuerda a un champán sin burbujas: carnoso, untuoso, denso… Como cierre, otro chardonnay, semidulce, del cual nos reservamos la opinión para mejor oportunidad.

El encuentro, al que asistieron profesionales de la hostelería de toda la región, estuvo amenizado por salmones de Ahumados Dominguez, finas chacinas de Dehesa Barón de Ley y un contundente arroz a cargo de Abundi Monterde, maestro paellero valenciano.

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