Se acerca el verano y quien más, quien menos, reserva algunos días para conocer mundo y alejarse de la rutina diaria. Y a los amigos de lo ajeno, con su oportunismo habitual, les da por visitar tu hogar justo cuando no estás en él.
Es por ello que conviene estar preparados para que los cacos pasen de largo de tu vivienda cuando tú no estás en ella. Y aunque todos pensemos que tenemos claros los conceptos en seguridad doméstica, en Freijo aseguran que “la mayoría de personas llega a conclusiones erróneas sobre si los robos mayoritarios en viviendas son selectivos o indiscriminados”.
Si tú también estás en duda, atiende a los profesionales: “Todos los estudios llegan a la conclusión de que, salvo raras excepciones, los robos son indiscriminados”. “Los ladrones no investigan a su víctima ni actúan con una expectativa de botín determinada, sino que se mueven rápido y de forma arbitraria por todo el territorio nacional (y europeo) en busca de pequeños botines diarios, de muchos pequeños botines diarios, de dinero en metálico y oro en su mayoría”, apuntan en el establecimiento de cerrajería.
Por este motivo, la prioridad de los cacos pasa por permanecer poco tiempo en la escena del crimen, identificando sobre la marcha las viviendas más vulnerables para acceder a ellas, y “no hay una correspondencia clara entre casas humildes y vulnerables”.
Aprender a protegerse
La clave para evitar disgustos está en la forma de protegernos: “A menudo oímos frases como ‘yo no tengo nada de valor, ¿qué me van a robar?’, ‘si pongo una cerradura mejor parecerá que tengo mucho que guardar’ o ‘ponga lo que ponga, si se empeñan, entrarán’, que son las que mejor plasman nuestros errores a la hora de valorar los riesgos”.
Y para adoptar la actitud correcta ante posibles robos no hay nada más aseguro que dejarse asesorar por los profesionales, ya que “existen muchas vías para hacerlo, muchas acciones que podemos valorar y la mayoría de ellas van dirigidas hacia nuestras costumbres y hábitos diarios, sin desembolso alguno”.
