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Las dudas están arriba

Cada lance fortuito en el entrenamiento provoca la retención del aliento. Caen al suelo, se tocan la zona dañada y el suspiro no se produce hasta que se levantan y siguen corriendo. Porque la intensidad en los entrenamientos es elevada, porque como reconoce Rubén Martínez, “una de las claves de este equipo es que hasta una hora y media antes del inicio del partido ningún jugador sabe si va a ser titular o si va empezar en el banquillo”.

Así que todos compiten por un puesto en el once. Lleva siendo así desde hace bastantes meses. Pero ahora, la competencia se agudiza, al mismo tiempo que todos reconocen que ahora un percance puede suponer una lesión, que por leve que sea, le puede impedir jugar lo que resta de temporada.

Por eso, cuando Ousama Sidikki le vuelva a dar a Flaño, el navarro, suspira, advierte de la juventud, intensidad y hambre del jugador del filial, y sigue en el partidillo con una mirada entre reprobatoria y reflexiva hacia el joven futbolista. Por eso, a Marcos André se le está protegiendo al máximo. Puede jugar como no. Es decir, ahora mismo Marcos André es el Gato de Schrördinger, es decir, que puede estar tan lesionado como sano. La semana pasada, en el entrenamiento del viernes chocó contra un compañero. Se dolió de su tobillo. No entrenó el sábado, jugó el domingo, no tuvo buenas sensaciones, no entró el lunes, descanso como sus compañeros el martes, tampoco se ejercitó el miércoles, y este jueves hizo los ejercicios iniciales, jugó el primer cuarto de hora del primer partidillo, y luego desapareció del césped de Las Gaunas.

Así que la duda estaba en saber si era por prudencia o por lesión, porque no existe parte médico oficial por parte del club. La versión es que estaba previsto que Marcos André entrenara el tiempo que lo estuvo haciendo, y que todo marcha según lo previsto. Que no descarta ni confirma si está o no lesionado, si jugará o no el domingo. Restan dos entrenamientos para finalizar la semana. Y será bastante probable que hasta una hora y media antes del inicio del partido ante el Badajoz, ni tan siquiera Marcos André sepa si va a jugar o no. Así viene siendo toda la temporada.

Quien sí parece descartado para el domingo es Pedrito. Al menos sus sensaciones y sus gestos nada tienen que ver con los de Marcos André. El lenguaje corporal, en estos casos de indefinición, resulta determinante. Marcos André no se queja de dolor alguno. Si está sobre el césped está al máximo. Pedrito, en cambio, se señalaba constantemente el abductor de su pierna derecha durante los ejercicios iniciales, y a los treinta segundos de comenzar el partidillo, un balón largo, una dejada atrás de cabeza de Marcos André y un inicio de carrera que frenaba abruptamente Pedrito, para sin mirar a nadie enfilar hacia el lateral de Las Gaunas y dar por terminada su sesión de entrenamiento.

Flaño, Santamaría y Jaime Paredes completaron sin problema alguno todo el entrenamiento que se ha celebrado en Las Gaunas.

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