Ezcaray desprende muchos olores: a nieve, a naturaleza, a rica gastronomía, a libros de ocasión -como los que vende ‘El velo de Isis’- y desde septiembre también a pasteles. ‘ADemanda’ tiene la culpa. Esta pastelería, ubicada en la calle dedicada a la referente gastronómica Marisa Sánchez, ha puesto el toque dulce en la localidad.
Al frente está Carmela Sáez, una joven de 24 años, y su madre. “Tenía claro que quería montar mi propio proyecto y lo he hecho realidad”, cuenta la emprendedora. “Primero me formé en Dirección de Cocina en Burgos y después me fui a Barcelona a cursar un Grado en Pastelería, Panadería y Confitería”, cuenta. Luego llegó el dilema de si ir adquiriendo experiencia con otros o si directamente hacerlo por su cuenta. “La gente me decía que empezara para terceras personas, pero no, prefiero equivocarme e ir creciendo con mi experiencia”, admite.
Así que hace dos años se lanzó a montar su propia pastelería, en su pueblo, Pradoluengo (Burgos), junto a La Rioja. Pero no quedó ahí su emprendimiento, el pasado mes de septiembre abría ‘ADemanda’ en Ezcaray. “Siempre hemos tenido conexión con esta localidad y vimos la posibilidad de continuar nuestra actividad aquí, no había pastelería como tal”, explica Carmela.
Basada en la producción artesana, la joven pastelera ha visto cómo se va asentando el proyecto. “De momento estamos contentas y esperamos que en verano, que hay más público aún por Ezcaray, siga la tendencia”. Pero no es precisamente un trabajo ligero. “Yo no tenía antecedentes pasteleros, más allá de mi madre que siempre ha tenido habilidad para esto, pero no de modo profesional. Y es algo muy vocacional, que exige muchas horas de esfuerzo, aunque también su recompensa”, admite.
“Lo bueno es que no utilizamos alimentos procesados, aceites de palma o azúcares modificados. Sabemos cómo y con qué preparamos nuestros dulces y eso es una garantía. Además, como dice algún cliente, ‘un día es un día”, ríe Carmela, que también tiene su propia especialidad: los ‘Miguelones’, una rosquilla muy esponjosa, en honor de un amigo suyo que las apreciaba…
Para ella, sin embargo, cada día es diferente. “A diario elaboramos bizcochos, magdalenas, pastas de té, bombones, confitería… El fin de semana es cuando más lío hay y la oferta se amplía: pastelería clásica, algo de moderna, bollería, trenzas -algo muy riojano que nos han ido pidiendo y convirtiéndolo en un fijo-, tartas por encargo…”. Y es que el nombre de ‘ADemanda’, además de servir para ubicar el negocio localmente, a los pies de La Demanda, también es un juego de palabras: “trabajamos mucho a demanda, por encargo”.
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