César Remón se ha despedido de la afición de la UD Logroñés como un señor. Las lesiones le han hecho colgar las botas antes de lo que tenía pensado. El fútbol y sus problemas. “No es un adiós”. El ‘comandante’ blanquirrojo ha hecho del “hoy es diferente” cada día de partido su seña de identidad. “Hoy es diferente, hoy juega el logroñés”, repetía como mantra, hasta que ha llegado una jornada negra y oscura: “Hoy es diferente, hoy toca decir adiós”.
A través de las redes sociales, César Remón (Logroño, 2 de octubre de 1985) ha dicho adiós a una vida dedica al fútbol, “a una forma de vivir que te quita, pero también te da mucho”, y ha dado las gracias a toda esa gente que le ha acompañado a lo largo de los últimos quince años: “De todos vosotros he aprendido y me llevo un poquito, eso no me lo va a quitar nadie”.
“No es el modo con que soñaba acabar mi carrera deportiva, pero siendo positivos… sí el lugar, un lugar que me ha acogido de una manera increíble desde que llegué. Desde aquel partido en Las Gaunas contra el Toledo, en el que toda mi familia acabó entre lágrimas, hasta los últimos partidos. He llevado con orgullo la camiseta del Logroñés estas últimas tres temporadas dejándome la vida en cada partido y lo hubiera hecho una y mil veces más si las circunstancias me lo hubieran permitido”, ha señalado.
En el fondo, ha confesado el jugador, no es un adiós sino un hasta luego. “Y recordad, siempre que juegue el Logroñés, siempre que juguemos… será diferente”, ha concluido.
Hoy es diferente.. pic.twitter.com/tHqSmSQQcG
— César Remón (@cesarremon) 11 de abril de 2019
