La Rioja

La intrahistoria de las historias que se esconden en cada casa

La intrahistoria de las historias que se esconden en cada casa

A punto de cumplir su cuarto aniversario, NueveCuatroUno ha vuelto a montar una reunión de amigos a toque de dulzaina. El sonido de La Rioja, al poder. En el Círculo de la Amistad de la calle Portales de Logroño, un parto sin cesárea y con toda la ilusión del periodismo en 132 páginas de papel. La periodista María Casado y la fotógrafa Clara Larrea, junto al resto del equipo de redacción, han alumbrado una revista para recordar y retratar la región.

Todo empezó con un mensaje de socorro a la redacción y un plato de caparrones. Era el primer retrato (reportaje, que dice el manual de periodismo). Y después, veinticuatro localidades, “no voy a decir pueblos porque también hemos visitado ciudades”, para “reflejar cómo es posible desarrollar cualquier actividad sin problema en cualquier localidad”. Y así, Chus del Río mandó a sus dos mejores enviadas especiales a conocer historias de verdad.

Empezaron en Anguiano, buscando unos buitres que iban a comerse una oveja, aunque casi terminan almorzándose a la pobre Clara Larrea. En La Rioja más rural, “que si algo tiene son perros”, arrancaba el viaje periodístico. “Si esto es lo primero, ¿qué será lo segundo?”, se preguntaban entonces las dos aventureras. Después: ocas, una bodega, un salón de estética, un gimnasio, una empresa de tecnología…

“Nos habéis recibido como si nos conociérais de toda la vida”, ha agradecido María Casado, tras reconocer su vena periodística al pedir a cada uno de los “retratados” que le contara, precisamente, su vida. “Desde pequeñitos”. Y además de agradecimientos, una enseñanza: “Nos habéis hecho ver que La Rioja es muy variada y que no se nos puede encasillar sólo en el vino, eso sólo es una parte de nuestra tierra”.

Entre perfiles tan variados como el número de historias recogidas en el número dos de ‘941’, Casado se queda con un mensaje. El más importante. “Cada persona, por muy normal o insignificante que se piense que es, tiene una historia singular e increíble detrás. Espero que hayamos conseguido contarlas”.

Y entre tantas palabras, casi también tantas imágenes. ¿Cuál ha sido la foto más fácil? Clara Larrea lo tiene claro (sólo el que haya acudido a la presentación lo sabrá), pero se queda con algo más a resaltar: “Todas han sido sencillas porque todo ha sido hospitalidad. Todos nos han abierto las puertas de su casa y de su vida. Se han mostrado tal cual son”. Y así, lo han retratado dos aventureras con bolígrafo, cuaderno y cámara de fotos para recoger todas las emociones de La Rioja.

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