Rocío del Alba Martínez (Villa del Prado, Madrid; 29 de agosto de 1997) es una prometedora ciclista embarcada en una nueva aventura. Junto a Carlos Coloma (impulsor) y Josep Durán forma el nuevo equipo BH Templo Cafés, cuya sede se encuentra en Albelda de Iregua.
Rocío es una clara apuesta de Carlos Coloma desde hace tres años y pugna ahora por un pase a Tokio 2020. Una lesión le ha cortado el ritmo de competición, pero no las esperanzas. Optimista y amante de su profesión, confía en llegar a lo más alto a base de trabajo, esfuerzo y tesón.
– ¿Cómo se encuentra ahora mismo tras su lesión?
– Bueno, voy recuperándome poco a poco con el fisio y de momento no tengo molestias. A ver si en una semana, más o menos, puedo ya salir a la carretera. Paciencia y todo llegará, he empezado con mucha ilusión este nuevo proyecto. Dentro de lo que cabe, el percance se ha quedado en una fisura y lo recuperaremos bien. Volveremos con más ganas y lo antes posible.
– Afirma Carlos Coloma de usted que es una “psicópata del ciclismo”, que es su absoluta pasión y que le encanta. ¿Ilusionada por llegar a ser una ciclista de élite mundial?
– Al final, para que las victorias salgan, tienes que disfrutar mucho de lo que haces. Si no disfrutas, tarde o temprano lo vas a acabar dejando; o aquello que persigues será difícil de conseguir. Ahora estoy aprendiendo tras la fisura. Se me pasan muchas cosas por la cabeza y yo creo que me va a hacer más fuerte para valorar lo que tengo. Muchas veces no te paras a pensar lo que tienes hasta que te pasa algo. Así puedes situarte y ver dónde quieres llegar.
Fuente: Silvia Fernández
– ¿Qué cambios ha supuesto el nuevo equipo BH Templo Cafés en su vida profesional?
– Todo ha ido para bien. Me parece increíble la estructura que tenemos y la gran familia que formamos en el equipo. Estoy muy contenta de poder estar con ellos y de cómo ha comenzado el año. Tengo que mirar el lado positivo, estamos aún en febrero y quedan meses para los objetivos importantes, así que mejor que haya tocado ahora. La estructura es muy diferente. El paddock funciona de otra manera. También estamos haciendo el ‘Embajador del Mes’ (donde un biker aficionado puede vivir la experiencia completa con el equipo), primero en Mediterranean y luego en Portugal. Es algo novedoso que ningún equipo ha hecho hasta ahora.
– Se ha conseguido una estructura más centralizada…
– Eso es, tenemos las bicis y los mecánicos en Albelda de Iregua, dentro de una nave. Carlos, Durán y yo estamos en La Rioja, los dos mecánicos también, la chica de prensa es de Pamplona y el fisioterapeuta es de Burgos. Es más simple tener a todos los miembros al alcance y facilita mucho las cosas.
– ¿Cuánto tiempo llevas con Carlos y cómo valoras su figura?
– Con él llevo desde que empecé con el ‘Coloma Bike Club’, con apoyo de él; en total, tres años. Llevo en La Rioja desde abril del año pasado y es una pasada cómo me tratan. La gente es muy amable y abierta y me han aceptado como una más. Estoy muy a gusto aquí. Valoro a Carlos como deportista, pero sobre todo como persona. Los que convivimos con él día a día sabemos lo que vale. Es increíble la cantidad de cosas que puede hacer. Luego llega a una carrera como ‘Mediterranean’ y gana. Los que vemos su forma de vida nos alegramos mucho más por lo que consigue.
Fuente: David Acedo
– Comenzó siendo ciclista de carretera: ¿cómo fueron sus primeros pasos y su progresión hasta ahora?
– En juveniles estuve en el Ugeraga y luego ya pasé al sub-23 con el Lointek. Corrí el Giro de Italia por primera vez a los 18 años. Ahora mismo, he dado el paso a la categoría Élite. Me planteo hacer una buena temporada y un buen papel en la Copa del Mundo, luchar por estar con las mejores y aprender mucho. Europeo, Mundial, Campeonato de España y sumar puntos para la clasificación olímpica a Tokio.
– ¿Le fue muy complicado cambiar de especialidad? Estuvo incluso a punto de dejarlo…
– Yo comencé en el mountain-bike. Es verdad que cuando lo dejas te cuesta volver porque siempre pierdes algo de técnica por no hacerlo día a día. Pero el que tuvo, retuvo. Con mucho sacrificio y entrenamiento y como me gusta mucho lo que hago, todo se va recuperando. Tengo que reconocer que estuve a punto de dejarlo cuando acabé de carretera y empecé con Carlos. En ese momento, hablé con él y le dije que estaba muy desilusionada y que quería volver a mis inicios para volver a disfrutar lo que había perdido.
– ¿Tiene algún referente en categoría femenina? ¿Cómo valora el progreso de las mujeres en su deporte?
– Me gustan mucho Jolanda Neff y la canadiense Emily Batty, como corredora y también el carisma que tiene. Es una chica con buen carácter y simpática con todo el mundo. En cuanto a nuestra progresión, poquito a poco se va haciendo camino y cada día se está valorando más la mujer. Poco a poco, está repercutiendo para bien.
