Tras las emociones fuertes vividas la semana pasada, Íkaro abrió sus puertas este pasado viernes como si nada hubiera sucedido. Recibió a los casi cuarenta comensales que semanas antes habían reservado para disfrutar de una noche de viernes de alta cocina. Lo que no se podían esperar los afortunados comensales es que iban a ser ellos los primeros en sacar brillo a la reciente estrella Michelin para el Íkaro de Logroño.
Fue un servicio más, ni mejor ni peor. Un servicio con el sello inconfundible de Carolina Sánchez e Iñaki Murúa, y las otras siete personas restantes que conforman el equipo Íkaro. Tenían ganas de volver a cocinar tras el éxito de los días previos. Ocupar sus puestos para con perfección milimétrica poner en escena ese menú que les ha valido una nueva estrella Michelin, una más para la gastronomía riojana.
Carolina e Iñaki, a buen seguro, recibieron de forma escalonada las felicitaciones de unos comensales tan satisfechos por este reconocimiento como esa pequeña dosis de fortuna que les permitió ser los primeros en degustar el menú del Íkaro oficialmente ya destacado por la famosa guía francesa. “Para todos está siendo algo realmente especial porque vemos la ilusión que les hace a todas las personas que nos han visitado alguna vez o que lo harán próximamente”, reconoció de una mesa a otra el responsable de los vinos del Íkaro.
Así es el menú que bien merece una estrella. El Íkaro es un restaurante de temporada. Significa que con cada estación cambia radicalmente sus propuestas. En enero saldrá el de invierno, luego el de primavera, verano… como ahora es el de otoño.
Aperitivos de aquí y de allí:
Merluza en dos pases:
Natillas de hongos:
Ventresca de atún:
Arroz meloso de pata de vaca:
Pampamesa de rape y ají de panca:
Faisán a la naranja:
Tomate de árbol (prepostre):
Burrata hecha en casa:
Nuestra torrija de un bocado: